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El Milagro de la Vida

 

Roberto de Spello

 

 

 

 

© Roberto Mutti

© El Milagro de la Vida

 

Portada: “Hacia la Luz”, pintura sobre tabla de Roberto Mutti

 

rmutti2010@gmail.com

https://www.aratistudio.com/

 

ISBN papel: 978-84-685-0858-0

ISBN digital: 978-84-685-1528-1

 

Impreso en España

Editado por Bubok Publishing S.L.

 

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“Vendrá un tiempo en que los monjes irán por el mundo, y se mezclarán con la gente.”

(S. Silvano del Monte Athos)

 

“Como Tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo. Y por ellos me consagro a mí mismo, para que ellos también sean consagrados en la Verdad.”

(Juan 17, 18-19)

 

 

 

 

Un día sabremos quiénes somos verdaderamente,

y por fin caerá el velo de la ignorancia

que nos hace ver el mundo exterior como en un espejo,

a través de lo que no somos.

 

Ese velo lo hemos creado nosotros, con nuestro mundo

ilusorio, tejido de pensamientos y conceptos nacidos por

las falsas identidades que nos hemos atribuido, para

sentirnos alguien.

 

Por sentirnos alguien, hemos perdido de vista el Uno;

pero en el Uno, se desvanece el alguno.

 

(Roberto de Spello)

 

 

Índice

 

Presentación a cargo de P. Mariano Ballester, SJ

 

Dedicatoria

Introducción

Hechos a imagen de Dios

El Origen del Hijo

La Parábola de la Creación

Las llaves del Reino

Yo Soy la Puerta

El Renacimiento en el Espíritu

Yo os he elegido a vosotros

Dios nos ha dado la Vida Eterna

Elevar al Hijo del hombre

¡Velad!

Todo se nos da

Hijos de la Luz

Vivir en el Espíritu

El Poder de Juzgar

El tesoro del Corazón

¡Ama, y haz lo que quieras!

Palabras que Arden

Es el Espíritu quien da la Vida

Aquél que Sirve

Seréis juzgados en el Amor

Resplandezca vuestra Luz

 

Conclusión

Meditación

 

 

 

 

 

 

Presentación
a cargo de P. Mariano Ballester, SJ

 

 

Cuando acabo cada encuentro coloquial con mis estudiantes, me viene espontáneo decirle a mi interlocutor: “¡Muchas gracias por haberme revelado al hombre!” Porque realmente cada encuentro, sencillo y sincero, con el ser humano es una revelación. Roberto Mutti nos revela también el milagro de la vida. Es un artista y el milagro de la vida lo revela igualmente a través de sus cuadros angélicos, casi místicos, -algunos de ellos aparecen en estas páginas- muestran cómo ha conocido a Dios por medio de Dios. Lo muestra también su incesante alusión a los textos sagrados, que hace de su libro una continua “lectio” y una lectura espiritual de su propia experiencia existencial. Es la revelación de su gran descubrimiento: nada más y nada menos que el milagro de la vida. Lo ha alcanzado por haber logrado ajustar su punto de mira con el Hijo del hombre.

Desde esta perspectiva Roberto contempla y nos trasmite su visión: “El milagro de la Vida”. Recuerda las palabras poéticas con las que Walt Whitman trasmite también su propia visión:

 

Para mí, cada hora de luz y oscuridad es un milagro,

cada centímetro cúbico de espacio es un milagro,

cada metro cuadrado de superficie de la tierra contiene lo mismo;

cada fragmento de su interior bulle con lo mismo.

Para mí el mar es un continuo milagro, los peces que nadan,

las rocas, el movimiento de las olas, los barcos y sus navegantes.

¿Hay acaso milagros más raros?

 

Ver la vida de este modo no es visión común ni fácil. Roberto lo ha logrado a través del sendero que siguió a su conversión, un sendero áspero, largo y muchas veces desabrido como el desierto.

Una secuencia de su vida, que fue determinante para el descubrimiento de su tesoro interior y visión exterior, fue sin duda su encuentro y período pasado en compañía de Carlo Carretto; que él llama siempre con devoción discipular Hermano Carlo. Imagino a Roberto como un sencillo profeta de nuestros días que, en su encuentro y secuencia de vida pasada en esa especie de ashram franciscano que era la ermita de Carlo en los bosques de Spello, le pidiera al final como Eliseo a Elías: “¡Ah, si pudiera recibir las dos terceras partes de tu Espíritu!” (2 Reyes 2, 9)

Es manifiesto que Roberto Mutti es un profeta de nuestros días, una especie no rara en estos tiempos de especial evolución planetaria, como él mismo sugiere humildemente, un monje peregrino por nuestras ciudades, que alza su voz con sencillez y valentía: hay que conocer a Dios por medio de Dios, no por recetas ni laberintos mentales. Recuerda también a Paul Claudel en su parábola de Animus y Ánima, porque intenta cantarnos el milagro de la vida con la sencilla y a la vez profunda melodía de Ánima. Al terminar la lectura de tus confesiones Roberto, no puedo evitar el recuerdo de lo que digo a mis estudiantes después de cada encuentro: ¡“Gracias por habernos revelado el milagro de la Vida”!

Mariano Ballester S.J.

 

 

 

 

 

 

Dedicatoria

 

 

Dedico estas páginas a los sinceros buscadores del Nombre Profundo, a todos aquellos que no aceptan compromisos con el poder de este mundo; a los que no se dejan engañar por las apariencias, del hacer y del tener, come fin de la vida.

A los “Pobres de Espíritu”, tan Amados por Jesús, que luchan por la Justicia y la Verdad, rechazando la mediocridad de una religiosidad “cómoda” y formal; porque saben que su Recompensa está mucho más allá de este mundo.

Mi profundo agradecimiento:

A mi madre, Maria Rosa Ballini, por enseñarme con su vida el sentido del Perdón; a mi Guía Espiritual, Fr. Carlo Carretto de Spello, por haberme guiado en el seguimiento de Cristo; a Frère Roger Schutz de Taizé, porque con su Pasión por la Comunión, ha sabido acoger con la simplicidad de un Corazón puro; a Luigi Bracco de Fossano (To) que con su radicalismo Evangélico me ha empujado para superar los obstáculos más profundos.

Y finalmente al P. Mariano Ballester, SJ, que me ha confirmado en el Espíritu y sostenido en el momento de prueba más dura.

A través de ellos, el Espíritu me ha corregido, sostenido, Consolado y Amado, como se Ama a un Hijo.

 

Igualmente, mi más sincero agradecimiento a la Sra. Carolina Ballester, hermana del P. Mariano Ballester, por su paciencia y dedicación constante en revisar y corregir la redacción del texto al castellano. Sin su ayuda no hubiera sido posible esta publicación.

“Caminando se abre el Camino” y se encuentran personas tan maravillosas que siguen creyendo que la verdadera recompensa, a nuestra dedicación y a nuestros esfuerzos, no viene de fuera, sino de dentro.

 

 

 

 

 

 

El Milagro de la Vida

 

“Si alguno tiene sed, venga a mí y beba el que crea en mí. Como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de Agua Viva.” (Juan 7, 37-38)