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Miguel de Cervantes Saavedra

Don Quijote de la Mancha Visión de los libros

Créditos

ISBN rústica: 978-84-9816-022-2.

ISBN ebook: 978-84-9897-486-7.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 7

La vida 7

La edición indexada del Quijote 7

¿Qué es la «Edición indexada del Quijote»? 7

Primera parte del Quijote 9

Capítulo XXVII. Donde se da cuenta quiénes eran maese Pedro y su mono, con el mal suceso que don Quijote tuvo en la aventura del rebuzno, que no la acabó como él quisiera y como lo tenía pensado 11

Capítulo LXII. Que trata de la aventura de la cabeza encantada, con otras niñerías que no pueden dejar de contarse 18

Capítulo LXXII. De cómo don Quijote y Sancho llegaron a su aldea 30

Segunda parte 35

Capítulo III. Del ridículo razonamiento que pasó entre don Quijote, Sancho Panza y el bachiller Sansón Carrasco 37

Libros a la carta 47

Brevísima presentación

La vida

Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 1547-Madrid, 1616). España.

Era hijo de un cirujano, Rodrigo Cervantes, y de Leonor de Cortina. Se sabe muy poco de su infancia y adolescencia. Aunque se ha confirmado que era el cuarto entre siete hermanos. Las primeras noticias que se tienen de Cervantes son de su etapa de estudiante, en Madrid.

A los veintidós años se fue a Italia, para acompañar al cardenal Acquaviva. En 1571 participó en la batalla de Lepanto, donde sufrió heridas en el pecho y la mano izquierda. Y aunque su brazo quedó inutilizado, combatió después en Corfú, Ambarino y Túnez.

En 1584 se casó con Catalina de Palacios, no fue un matrimonio afortunado. Tres años más tarde, en 1587, se trasladó a Sevilla y fue comisario de abastos. En esa ciudad sufrió cárcel varias veces por sus problemas económicos y hacia 1603 o 1604, se fue a Valladolid. Allí también fue a prisión, esta vez acusado de un asesinato. Desde 1606, tras la publicación del Quijote, fue reconocido como un escritor famoso y vivió en Madrid.

La edición indexada del Quijote

Esta selección de capítulos comprende algunas de las principales referencias del Quijote a los libros como soporte físico y a los medios de impresión, el mundo editorial, etc.

En ocasiones se trata de breves referencias insertadas en medio de capítulos de acción trepidante y épica; en otros casos, la imprenta y el medio editorial son objetos de extensas reflexiones y se comenta, incluso, la recepción que tuvo el Quijote en el público de su tiempo.

¿Qué es la «Edición indexada del Quijote»?

Linkgua ofrece a los lectores capítulos del Quijote que pueden ser adquiridos juntos o separados. Nos interesa que los lectores puedan disponer de uno o varios capítulos del Quijote que les sean útiles por sí mismos para comprender mejor esta gran novela.

Publicamos ahora los pasajes en que se refieran visiones sobre:

—África;

—el libro, la escritura y lo referente al origen de la novela encontrada en un manuscrito árabe; y alusiones a los medios de impresión;

—las relaciones de poder: las clases sociales, el clero, el reparto territorial del poder en la España de la época y las relaciones internacionales (entre otros el de la Ínsula de Barataria)

También los interesados en el estudio de zonas geopolíticas o sociales de la época podrán solicitar una edición que comprenda palabras clave de lugares como:

África

América

Asia

o de temas concretos como el mundo islámico; el Quijote teatral; el Quijote y la esclavitud; el Quijote y el deseo amoroso.

Asimismo los lectores podrán solicitar ediciones a la carta con términos más específicos elegidos según sus necesidades.

Primera parte del Quijote

Capítulo XXVII. Donde se da cuenta quiénes eran maese Pedro y su mono, con el mal suceso que don Quijote tuvo en la aventura del rebuzno, que no la acabó como él quisiera y como lo tenía pensado

Entra Cide Hamete, cronista de esta grande historia, con estas palabras en este capítulo: «Juro como católico cristiano...», a lo que su traductor dice que el jurar Cide Hamete como católico cristiano, siendo él moro, como sin duda lo era, no quiso decir otra cosa sino que, así como el católico cristiano cuando jura, jura o debe jurar, verdad, y decirla en lo que dijere, así ella decía, como si jurara como cristiano católico, en lo que quería escribir de don Quijote, especialmente en decir quién era maese Pedro, y quién el mono adivino que traía admirados todos aquellos pueblos con sus adivinanzas.

Dice pues, que bien se acordará, el que hubiere leído la primera parte de esta historia de aquel Ginés de Pasamonte a quien, entre otros galeotes, dio libertad don Quijote en Sierra Morena, beneficio que después le fue mal agradecido y peor pagado de aquella gente maligna y mal acostumbrada. Este Ginés de Pasamonte, a quien don Quijote llamaba Ginesillo de Parapilla, fue el que hurtó a Sancho Panza el rucio; que por no haberse puesto el cómo ni el cuándo en la primera parte, por culpa de los impresores, ha dado en qué entender a muchos, que atribuían a poca memoria del autor la falta de imprenta. Pero, en resolución, Ginés le hurtó estando sobre él durmiendo Sancho Panza, usando de la traza y modo que usó Brunelo cuando, estando Sacripante sobre Albraca, le sacó el caballo de entre las piernas, y después le cobró Sancho como se ha contado. Este Ginés, pues, temeroso de no ser hallado de la justicia, que le buscaba para castigarle de sus infinitas bellaquerías y delitos, que fueron tantos y tales, que él mismo compuso un gran volumen contándolos, determinó pasarse al reino de Aragón y cubrirse el ojo izquierdo, acomodándose al oficio de titerero; que esto y el jugar de manos lo sabía hacer por extremo.