Cubierta

El paraíso interior

Reflexiones, aforismos
y guiones de vida para descubrir
el sentido de la propia existencia

Jordi Nadal

Prólogo de Cristina de Alzaga

Plataforma Editorial

Índice

  1.  
    1. Prólogo de Cristina de Alzaga
    2. Palabras preliminares de Álex Rovira
  2.  
    1. Abriendo la puerta de este libro
    2. 86 reflexiones para buscadores de la felicidad
    3. CUADERNO 1: Escribe el guión de tu vida
    4. CUADERNO 2: 52 libros para vivir mejor
    5. CUADERNO 3: El cuestionario Proust
    6. CUADERNO 4: Liderazgo afectivo / liderazgo efectivo
  3.  
    1. Colofón, por Cristina de Alzaga
    2. Cuatro motivos para amar la lectura

«Prefiero servirlos a mi modo que gobernarlos al suyo.»

Coroliano, SHAKESPEARE

Prólogo

En noviembre de 2008 Jordi Nadal me envió el manuscrito de El paraíso interior. Yo estaba inmersa en los «fastos» del séptimo aniversario de la revista que dirijo y, en seguida, se nos echaron las fiestas de Navidad y la crisis encima. Después, ya en 2009, llegaron ese enero asesino y un febrero que parecía una gincana diabólica: con la impresión de que el mundo se derrumbaba a nuestro alrededor, todos teníamos ya un conocido, un amigo o un familiar… en paro.

Desde entonces, se sucedieron unos meses tan intensos que me sentí como si hubiera perdido el control de mi vida. Y, por encima de todo, en deuda con Jordi, por no haber podido leer su manuscrito, pues intuía que era algo importante, algo grande… Hasta que un día me senté a leerlo de cabo a rabo. Comenzaba con 86 reflexiones para buscadores de la felicidad.

Exhausta, desmotivada y sin saber hacia dónde ni cómo tirar de ese «carro», cada vez más pesado y cuya carga es cada vez más ingrata –pero del que sin saber por qué seguimos tirando–, mis ojos se clavaron en el Aforismo 7: «¡Qué peligro más sutil refugiarse en el trabajo!». Y hete aquí cómo esta madre trabajadora de familia numerosa se encontró devorando la sabiduría del día a día que hace de Jordi Nadal uno de los maestros del aforismo moderno.

Hay reflexiones para cada momento, sentimiento, necesidad… Para quienes, como para él, sus hijos sean «el eje de mi existencia» y les preocupe su educación (Aforismo 4: «Cuando seas padre, deja de ser hijo» o Aforismo 16: «Un día perdido es aquel en el que no le has dicho a tu hijo o a tu hija que le quieres infinitamente»). Para quienes tienen miedo al paso del tiempo (Aforismo 23: «Soy un año más maduro. Ojalá que también más tierno») y para quienes buscan la felicidad (Aforismo 77: «Tenemos un montón de posibilidades, pero es preciso vivir sin angustiarse: necesariamente quedan más cosas fuera que dentro») o, simplemente, un sentido a su existencia (Aforismo 41: «Hay que vivir incondicionalmente»).

Aunque son tantas las que me han gustado, asombrado, enternecido o me han dado que pensar… me encantan el Aforismo 50 («Hace falta muy poco para alcanzar momentos excepcionales») y el 66 («En la vida hay que tener una de estas tres cosas: amigos, dinero o dignidad. Sin ninguna de las tres no llegarás a ninguna parte»). Si alguien nos dijera que son de un filósofo griego, de Chesterton o de Oscar Wilde, sin duda le creeríamos.

En un mundo cada vez más deshumanizado, en una sociedad en la que el optimismo, la amabilidad y las buenas maneras no sólo son una especie en peligro de extinción sino que, además, están mal vistos; en un momento en el que impera la cultura del éxito inmediato, del poder por el poder, del culto al dinero… y todo deprisa, rápido, aquí y ahora. Jordi Nadal sigue fiel a sus principios, reivindicando el amor, la paciencia, el trabajo bien hecho, la ternura, la calma, la pasión, el espíritu crítico (pero constructivo), la justicia y, sobre todo, la alegría… como principios rectores de una vida que merezca la pena (Aforismo 64: «Hemos de merecer el respeto de los que nos ven cada día»).

Mientras yo disfrutaba sus páginas, las anotaciones de Jordi en Escribe el guión de tu vida seguían ayudándome a comprender para qué estamos aquí («He entendido el mundo, por fin, como el juego de crear antes que destruir. Quiero dar sentido a la vida, haciendo como Albert Camus, quien decía aquello de hemos de contribuir a la felicidad y a la alegría, porque este universo es infeliz») y qué es lo verdaderamente importante («Lo mejor son mis hijos. La vida es inmensa gracias a ellos. Los acuesto, se duermen en mis brazos»).

En 52 libros para vivir mejor1 dice Jordi que esas obras le acompañan, le ofrecen su vida, su sombra y su cobijo, le enseñan a perder y a reír, le enseñan y callan. Este libro va a estar ahí para ustedes, lectores, siempre que lo necesiten. Incluso una vez terminado, abran sus páginas cuando añoren una palabra amiga, un abrazo, un consejo, una idea o una sonrisa, aunque sean de papel, porque «compartir las palabras verdaderas es una forma de amar» (Aforismo 32) y ¿dónde está el paraíso si no es junto a alguien que nos ama?

Cuando lo terminé, me quedé sin palabras: le mandé un e-mail a Jordi y le dije: «Por favor, tienes que publicarlo en cuanto puedas; creo que éstos son momentos de total incertidumbre, en los que muchos nos sentimos huérfanos de ideas o pensamientos que den sentido a lo que hacemos».

Tenía delante el Aforismo 9: «Cuando se lee un buen libro dan ganas de mandarlo todo a paseo y, entonces, empezar a vivir una vida completamente singular y única: la vida propia, la vida posible, la única válida. Uno siente un deseo tan fuerte de autenticidad que, de repente, se puede invocar a la vida y a la muerte sin que tiemble la voz. Probablemente sólo valgan la pena la sinceridad y el desnudo absoluto. No parece haber nada más digno que crear la única dignidad que tenemos a mano: la de nuestra vida.Todo lo demás, después».

Ante tal muestra incontestable de lucidez, del talento y del sentimiento que destilan las siguientes páginas, sólo puedo sentirme pequeña y sin nada valioso que aportar, excepto mi respeto y mi admiración hacia Jordi Nadal, nuestro premio Nobel de la Amistad (Aforismo 78: «Ésta es la esencia de todo esto: lo mucho que quiero, lo poco que espero»). Un hombre que ha hecho de la generosidad y de la inteligencia los dos pilares de su Plataforma (editorial y vital).

Filósofo de la vida cotidiana, poeta del amor real, revolucionario convencido de que la mayoría de las revoluciones empiezan por nuestro interior, solidario practicante (no teórico)… Jordi Nadal es una y muchas personas (tantas como quienes le quieren) y todas ellas están reflejadas en sus Reflexiones, aforismos y guiones de vida para descubrir el sentido de la propia existencia. Atrévase a descubrirse en una de ellas y a encontrar su El paraíso interior. No se arrepentirá.

CRISTINA DE ALZAGA