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BRIAN TRACY

 

EL PODER
DE CONFIAR
EN TI MISMO

 

 

Vuélvete imparable y libérate del miedo en todas las áreas de tu vida

 

 

 

TALLER DEL ÉXITO

El poder de confiar en ti mismo

Copyright © 2014 - Taller del Éxito - Brian Tracy

Original title: The Power of Self-Confidence. Become unstoppable, irresistible, and unafraid in every area of your life.

Copyright © 2012 by Brian Tracy. All Rights Reserved. This translation published under license with the original publisher John Wiley & Sons, Inc.

 

Traducción al español: Copyright © 2014 Taller del Éxito

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Publicado por:

Taller del Éxito, Inc.

1669 N.W. 144 Terrace, Suite 210

Sunrise, Florida 33323

Estados Unidos

www.tallerdelexito.com

 

Editorial dedicada a la difusión de libros y audiolibros de desarrollo y crecimiento personal, liderazgo y motivación.

Diseño de carátula y diagramación: María Alexandra Rodríguez

Traducción: Rodrigo Mariño

 

ISBN 10: 1-607383-52-7

ISBN 13: 978-1-607383-52-9

02-201505-19

 

Este libro está dedicado con cariño a mi hijo David Tracy, una de las personas más positivas, extrovertidas, optimistas y con confianza en sí mismo que he conocido.

Introducción

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Entrando en la zona libre de miedo

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“Solo aquellos que se han atrevido a creer que algo en su interior es superior a las circunstancias han alcanzado metas espléndidas”.

—Bruce Barton

 

 

 

 

Bienvenido a la zona libre de miedo. En las siguientes páginas aprenderás a desarrollar confianza en ti mismo, valor y determinación inquebrantables en cada área de tu vida. Enfrentarás los mayores retos y oportunidades de tu día a día sin miedo alguno y convencido de tu habilidad para lograr todo lo que te propongas.

La buena noticia es que tienes un potencial extraordinario para el triunfo y la realización personal, así como para lograr prosperidad, ya que cuentas con más talento y habilidad natural de los que podrías usar en mil vidas. Lo único que se interpone entre tus increíbles habilidades y tú mismo es el miedo –de todo tipo–, pero cuando termines este libro, tus temores habrán desaparecido para siempre.

Por más de 25 años he estudiado a mujeres y hombres exitosos buscando las características y cualidades que todos ellos tienen en común y que les han permitido alcanzar mucho más que el promedio de la gente. He leído infinidad de libros, artículos y estudios de investigación sobre el éxito y he llegado a la conclusión de que la cualidad base para triunfar en cada camino de la vida es la confianza que cada persona tiene en sí misma.

Todo soñador que alguna vez ha logrado algo fuera de lo común ha tenido una mayor confianza en sí mismo que la gente con resultados promedio. Cuando tú creas tanto en ti mismo que sepas que tienes la capacidad de alcanzar casi cualquier cosa que de verdad quieras, tu futuro será ilimitado.

 

La gran pregunta

Una mujer que escuchó uno de mis programas me escribió hace poco contándome que una de mis frases en aquella ocasión le cambió su perspectiva de vida. Fue solo una pregunta: “¿Qué sería lo más extraordinario que te atreverías a soñar si supieras que no vas a fallar?”.

Cuando esta mujer empezó a hacerse esa pregunta a sí misma, una y otra vez, todo su enfoque de lo que en realidad era posible para ella se expandió de manera dramática: vio con claridad lo que en verdad quería ser, tener y hacer, y al mismo tiempo se dio cuenta de que solo el miedo y la inseguridad sobre sus propias habilidades la estaban reteniendo.

¿Qué harías de otra forma si tuvieras éxito garantizado en cualquier empresa? ¿Qué tal si una fuerza superior te concediera el poder de alcanzar la meta que te propusieras? Para plantearlo de otra manera, ¿qué tal si no le tuvieras miedo a nadie ni a nada y te sintieras libre por completo para actuar en cualquier área que te proporcione un beneficio? El hecho es que, si desarrollaras la cualidad de la confianza inquebrantable en ti mismo, todo tu mundo sería distinto.

 

Confianza ilimitada en ti mismo

Con una mayor confianza en ti y en tus habilidades te fijarías metas más altas, harías planes más ambiciosos y te comprometerías a alcanzar objetivos con los que hoy apenas sueñas. Darías los pasos que fueran necesarios para ganar más dinero y disfrutar de un estándar de vida más alto. Tendrías en mente una casa más grande, un auto mejor, un vestuario más sofisticado y vacaciones más excitantes. Querrías todo tipo de bienestar para tu familia y para quienes son cercanos a ti. Harías lo que en realidad quieres y te rehusarías a conformarte con los deseos u opiniones de otros. Definirías tu vida en tus propios términos y vivirías cada día exactamente de acuerdo con lo que tú quieres y no según los deseos de los demás.

Con una mayor confianza en ti mismo serías alguien diferente en cada aspecto de tu vida personal y laboral. Puede que decidieras pedir un ascenso, un aumento, que incluso cambiases de trabajo o de compañía, y hasta de industria. Te moverías de inmediato para hacer lo que fuera que tuvieras que hacer con tal de estar en la ruta del éxito en tu carrera.

Si estás en el sector de las ventas, llamarías a más gente, llevarías a cabo presentaciones mejores y más poderosas, harías más pedidos y cerrarías más tratos. Si estás en la gerencia, organizarías y reorganizarías tus recursos humanos y materiales para crear un ambiente de trabajo que se ajustara a tus metas empresariales a la perfección en vez de estar haciendo concesiones todo el tiempo para intentar complacer a una gran cantidad de gente en distintas instancias.

Con una mayor confianza en ti mismo serías más osado y recursivo, más creativo, estarías más dispuesto a experimentar con ideas y formas nuevas y diferentes de hacer las cosas. Te dispondrías a considerar alternativas inusuales y arriesgadas y te comprometerías por completo con proyectos que hoy siguen olvidados en el cuarto trasero de tu cabeza.

 

Serías más poderoso, popular y persuasivo

Si tuvieras confianza ilimitada en ti mismo, serías más poderoso, popular y persuasivo. Serías más alegre, amigable y bienvenido a dondequiera que fueras. Hablarías y todos escucharían tus opiniones. Te harías admirar, respetar y buscar por todo aquel que te conociera. El reconocimiento y las responsabilidades fluirían hacia ti por la confianza de la gente en tu habilidad para hacer hasta lo imposible por cumplir con tu trabajo. Se abrirían frente a ti posiciones de prestigio y estatus y la gente te ofrecería oportunidades y posibilidades que ahora ni te alcanzas a imaginar.

 

Lidiarías mejor con las dificultades

Con una mayor confianza en ti mismo sabrías cómo lidiar de manera más eficaz con los problemas y dificultades inevitables que surgen en el día a día. Pensarías todo el tiempo en términos de soluciones y en cómo tornar cada situación a tu favor. Te reirías de las adversidades que desaniman a la mayoría de gente y que llevan las posibilidades de éxito a las ruinas del fracaso. Harías de tus limones una limonada. Te sentirías invencible e inconquistable.

Con altos niveles de confianza en ti mismo serías mucho más efectivo al lidiar con personas y situaciones difíciles. Podrías ser un negociador mucho más efectivo, capaz de pedir y obtener mejores precios, términos y condiciones en todo lo que compres y vendas.

 

Te sentirías genial contigo mismo

Con una mayor confianza en ti mismo, creyendo de manera inquebrantable en ti, nada te sería imposible, pero sobre todo, te sentirías genial contigo mismo y realmente feliz en cada aspecto de tu vida al saber que en tu interior tienes la habilidad de dar los pasos adecuados y hacer los cambios que sean necesarios para asegurar que tu vida sea tal y como la quieres.

Tendrías una enorme capacidad de control —que es el requerimiento fundamental para la felicidad, el bienestar y un desempeño máximo. Te sentirías como el “dueño de tu destino y el capitán de tu alma”.

Con confianza ilimitada en ti mismo te sentirías por completo determinado y a cargo de tu vida. Tendrías un sentimiento de fortaleza, poder y propósito y tu actitud mental sería positiva, no solo hacia ti sino hacia quienes te rodean y en todo lo que hicieras. Con una confianza sólida serías sin duda un ser humano excepcional.

 

Desarrolla confianza en ti mismo

Sin embargo, lamentablemente no es tan fácil. La mayoría de la gente tiene una confianza en sí misma limitada y muchos no la tienen en absoluto.

El ser humano tiende a estar plagado de dudas sobre sus propias habilidades y se enfrenta a toda clase de miedos que pueda imaginarse; en particular, a lo desconocido. El sicólogo Abraham Maslow dijo que la Historia de la Humanidad es la Historia de hombres y mujeres “menospreciándose”.

La mayoría de la gente tiende a compararse a sí misma de manera desfavorable con los demás. Hay quienes se mortifican con sus propias debilidades y limitaciones, y eventualmente se conforman con mucho menos de lo que en realidad son capaces. En vez de disfrutar de altos niveles de autoestima, respeto y orgullo personal, el promedio de la gente apenas aguanta el día a día.

Pero, si la confianza en sí mismo, y la autoestima que viene con ella, es tan deseable, ¿a qué se debe que tan pocas personas tengan suficiente confianza en sí mismas para lograr el estándar de vida que en realidad les es posible? Existen mil razones, pero el descubrimiento tal vez más maravilloso sobre la confianza en sí mismo es que es una cualidad mental que puedes desarrollar y reforzar de manera sistemática y progresiva a través del tiempo, siguiendo las instrucciones que propongo en este libro.

La buena noticia es que todo mundo tiene una cierta cantidad de confianza en sí mismo, más en algunas áreas y menos en otras, y al trabajar sobre esa base es posible que, si te lo propones, te eleves hasta el punto en que te sientas por completo confiado en cualquier área que sea importante para ti.

 

La gran ley

Aristóteles postuló la ley más importante que rige nuestra vida cerca del año 350 a. C. La llamó el “Principio de Causalidad” y proclamó por primera vez que vivimos en un universo gobernado por el orden y que hay una razón para todo lo que pasa.

La llamamos la Ley de Causa y Efecto y a menudo es citada como la Ley de Hierro del Destino Humano. Esta ley tiene la capacidad de aprisionarnos en una celda hecha por nosotros mismos o de liberarnos al ofrecernos completa libertad, dependiendo de cómo la utilicemos. Dicha ley en sí, como la Ley de la Gravedad, es neutra.

Esta Ley de Causa y Efecto, que es a la vez una ley física y mental, establece que, por cada efecto en nuestra vida, hay una causa o causas específicas. Si hay un efecto del cual queramos tener más resultados, como más dinero o éxito, debemos rastrear la causa de tal manera que al producirla disfrutemos más de sus efectos. Si estamos en las ventas o en los negocios, y tenemos éxito, debemos rastrear esos triunfos hasta identificar los pasos específicos que tomamos para alcanzarlos y al repetir esas causas, disfrutaremos sin duda de los mismos efectos.

Esta ley también dice que, si hay efectos que no queremos cosechar en nuestra experiencia de vida, —ya sea tener sobrepeso, fondos insuficientes, problemas con la gente o condiciones de negocios negativas—, podemos rastrear el efecto hasta sus causas y, al removerlas o cambiarlas, alcanzaremos efectos o resultados diferentes.

La Ley de Causa y Efecto es tan simple y obvia que nadie la toma seriamente. Vivimos en un mundo y en un universo gobernados por la ley y no por la casualidad. Todo pasa por una razón. Ni el triunfo ni el fracaso son un accidente. Tienen causas específicas y cuando sabemos cómo repetirlas obtenemos los mismos efectos sin importar quiénes seamos. Es tan solo la manera en que el mundo funciona.

 

Las raíces de una débil confianza en sí mismo

El mundo está lleno de gente que no está satisfecha con sus resultados y no obstante sigue haciendo y diciendo lo mismo, teniendo los mismos pensamientos y actuando de la misma manera cada día, y sin embargo se sorprende de tener los mismos efectos negativos. Para Einstein la locura consiste en “seguir haciendo lo mismo y esperar obtener resultados distintos”, pero eso jamás será posible.

La Ley de Causa y Efecto se aplica con igual validez a nuestros niveles de confianza en nosotros mismos. A nuestro alrededor y a través de la Historia de la Humanidad hay y han habido hombres y mujeres con niveles excepcionales de confianza en sí mismos que han alcanzado metas extraordinarias.

Y al estudiar sus vidas e historias encontramos que algunos de ellos crecieron con un incomparable grado de confianza en sí mismos, el cual aprendieron de sus padres en la etapa temprana de su niñez. Pero la mayoría empezó al mismo nivel al que empezamos casi todos, con profundos sentimientos de inferioridad e incompetencia. A causa de críticas destructivas, falta de amor y otros errores que los padres comenten con nosotros en la infancia temprana, crecemos con sentimientos disminuidos de autoestima, con poca confianza en nosotros mismos y con la sensación de “no ser lo suficientemente buenos” en comparación con los demás.

Con su autoestima baja muchas personas trabajan hoy bastante duro en su exterior para alcanzar el éxito. Y a pesar de ello, cuando lo hacen, en el fondo se sienten como “impostores”. Este llamado “miedo al éxito” es en realidad un sentimiento de demérito del que no parecemos capaces de deshacernos, sin importar cuánto logremos. Muchos triunfadores y exitosos repiten la frase de la canción de Peggy Lee, “¿Esto es todo?”, cuando miran a su alrededor y observan sus hogares y sus autos.

 

Todos queremos ser felices

Lo que la gente quiere más que cualquier cosa es solo sentirse bien consigo misma. Todos queremos ser felices y positivos y tener una sensación de bienestar. Sobre todo, lo que en verdad queremos es paz mental, y eso solo lo puedes disfrutar cuando confías en tu habilidad para lidiar de manera eficaz con los requerimientos de la vida frente a tu familia, tus amigos, tu trabajo, tus clientes, tus actividades sociales, y en todo aquello en lo que estás involucrado.

La Ley de Causa y Efecto nos dice que, si queremos disfrutar el efecto de la confianza en nosotros mismos, necesitamos involucrarnos en causas en las que nos sintamos por completo confiados. Si logramos descubrir cuál es ese orden en el que los hombres y las mujeres que confían en sí mismos piensan, dicen y hacen, y después hacemos eso mismo, entonces más adelante obtendremos esos dichosos resultados y nos sentiremos de la misma manera. Y al final, seremos imparables.

 

Entrenamiento de maratón mental

A menudo, para la gente es difícil creer que las cualidades mentales se desarrollan así como las cualidades físicas. Si este fuera un programa sobre cómo correr una maratón, y yo te estuviera ofreciendo entrenarte día a día durante los siguientes seis meses para correr tu maratón, te darías cuenta en algún punto del entrenamiento de que cada persona que no corre profesionalmente tiene la capacidad para pasar de estar fuera de forma a correr una maratón de 42,4 kilómetros en seis meses, siempre y cuando se someta a un entrenamiento disciplinado. Hoy día incluso hay hombres y mujeres entre sus 50 y 60 que corren maratones con este tipo de entrenamiento.

Lo que este libro hará por ti será someterte a una “maratón mental”. Esta maratón no será ardua ni dolorosa a nivel físico, como una maratón física, pero requerirá de una enorme cantidad de trabajo. Y la cantidad de trabajo que le dediques determinará de manera exacta los resultados que obtengas.

Si sigues estos principios prácticos y comprobados, extractados de la vida y comportamiento de la gente más poderosa de la actualidad, y cuyos resultados han sido validados científicamente por costosas investigaciones y experiencias, desarrollarás la confianza en ti mismo que deseas para alcanzar cualquier meta que en verdad quieras. Empecemos.

Capítulo 1

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La base de la confianza en sí mismo

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“No hay nada bueno ni malo sino que es el pensamiento humano el que lo hace parecer así”.

—William Shakespeare

 

 

 

 

Tus pensamientos y sentimientos sobre ti mismo y sobre lo que puedes y no puedes hacer son la suma total que resulta de la experiencia y el condicionamiento que has tenido en tu vida, y en general tienen poca relación con lo que en realidad es posible para ti.

En desarrollo personal hay un principio o una Ley del Devenir que dice que cada persona está en un proceso continuo de devenir o evolucionar y crecer en la dirección de sus pensamientos dominantes.

Tu cuerpo también está en un estado de devenir. A un ritmo normal de muerte y reabastecimiento de tus células, tienes un cuerpo nuevo cada siete años. Mientras la evolución física hacia el devenir de tu cuerpo se efectúa a través de la comida que pones en tu cuerpo, tu evolución mental y devenir están en amplia medida determinados por los pensamientos que pones en tu mente.

 

Te conviertes en lo que piensas

La Ley de la Concentración dice que “cualquier pensamiento con el que te obsesiones se convierte en tu realidad”. Cualquier cosa sobre la que pienses durante un tiempo suficiente y con la suficiente intensidad a la larga se convierte en parte de tus procesos mentales ejerciendo su influencia y poder en tu actitud y comportamiento.

Si todo el tiempo tienes pensamientos de audacia, valentía y asertividad, de manera progresiva te volverás más audaz, más valiente y más asertivo. Entre más pienses en la persona que quieres ser, con las cualidades que te gustaría tener, más la vas a implantar en lo profundo de tu subconsciente y allí esos pensamientos se convertirán en parte de tu evolución actual. Lo que piensas de manera habitual, con el tiempo se convierte en parte de tu carácter y personalidad.

En este sentido eres alguien que se ha hecho a sí mismo. Estás donde estás y eres lo que eres a causa de los pensamientos que has permitido que ocupen tu mente. Sobre lo que sea que hayas estado cavilando en los últimos meses y años, te has convertido y eres ahora mismo el resultado de todos esos pensamientos.

No solo te has convertido en quien eres hoy sino que además continúas con ese trabajo de autoconstrucción con cada pensamiento que tienes. Dado que este es un hecho ineludible de la vida, lo más inteligente que puedes hacer es pensar con persistencia en los pensamientos que se ajusten al tipo de persona que te gustaría ser.

 

El crecimiento personal no es fácil

Sin embargo, para la mayoría de las personas este salto es demasiado grande. Muchos siguen pensando y hablando justo sobre lo que no quieren que pase y luego se sorprenden todo el tiempo porque exactamente lo que esperaban evitar les pasa una y otra vez.

Uno de los descubrimientos más profundos en toda la Historia de la Humanidad es saber que “el pensamiento es creativo”. Los pensamientos que mantienes en tu mente producen otros del mismo tipo. Lo mismo engendra lo mismo. Tus pensamientos se vuelven tus realidades. Te conviertes en lo que piensas la mayor parte del tiempo. No puedes albergar un tipo de pensamiento y experimentar otro tipo de existencia. La Ley de Causa y Efecto funciona a la perfección en todas partes y siempre, para todo el mundo.

Por lo tanto, el desarrollo de una confianza imbatible empieza con que tomes control total, sistemático y resuelto de los contenidos de tu consciencia para que logres entrar en la disciplina de pensar de manera repetida en todo lo que deseas y mantengas tu mente alejada de lo que temes.

Todo en la vida procede de adentro hacia fuera, del interior al exterior. La Ley de la Correspondencia, quizás una de las leyes más importantes de todas las leyes mentales, afirma: “Tu mundo exterior será un reflejo de tu mundo interior”. Lo que ves en el exterior es en gran medida lo que está pasando en tu interior. Esto no solo es cierto para ti sino también para todos los que te rodean.

 

Tu vida interior se refleja en tu vida exterior

Muchas veces vemos gente que parece muy simpática y agradable en el exterior, pero que suele tener problemas continuos en su vida personal y profesional, y nos preguntamos: “¿Cómo es que eventos tan desafortunados le pasan a gente tan agradable?”.

El hecho ineludible es que, con algunas excepciones, la mayoría de lo que una persona experimenta en su vida exterior corresponde con exactitud a algo que está pasando en su vida interna, a algo que rara vez tú sabes y que suele ser de otra manera distinta a como tú la estás viendo.

La verdadera felicidad y el éxito provienen de llevar tu existencia en armonía con las leyes que gobiernan tu ser, y aunque esas leyes sean invisibles, son como la Ley de Gravedad, —que también es inevitable pero que ha de ser violada solo a riesgo propio. La gente feliz es aquella que obedece y sigue las leyes de la naturaleza y vive de acuerdo con ellas.

 

Empieza con tu vida interior

Si quieres disfrutar de confianza externa en ti mismo, debes practicar una integridad interior total. La base de la confianza en ti mismo es que tu vida esté de acuerdo con tus valores y principios internos, que pienses y actúes en armonía con tus aspiraciones más altas.

Los hombres y mujeres con la confianza más sólida en sí mismos son quienes tienen una claridad absoluta sobre lo que creen que es correcto, está bien y vale la pena. Todo lo que hacen o dicen es una expresión de sus convicciones más íntimas. Todo tu mundo puede derrumbarse a tu alrededor, pero mientras sepas que estás haciendo lo correcto tendrás una profunda sensación de calma que se manifestará en una actitud de confianza y control en cualquier situación.

Tendrás muchos altibajos en la vida, pero lo más importante es que te mantengas “fiel a ti mismo”. Pues, como dijo Shakespeare: “Siendo fiel a ti mismo no podrás ser falso con los demás”.

 

Determina tus valores

El punto de partida para desarrollar altos niveles de confianza en ti mismo y convertirte en un ser humano superior es reflexionar y decidir cuáles son tus valores. Las personas con resultados superiores son aquellas que se han tomado el tiempo de decidir con claridad en qué creen y en qué orden, y luego han organizado su vida para que todo lo que hagan refleje esos valores.

Hace poco me dirigí a 150 miembros de la fuerza de ventas a nivel nacional de una compañía muy exitosa. Esta compañía comenzó siendo una idea y ha crecido rápidamente en un mercado en extremo competitivo haciéndose muy rentable.

Toda la gente en la reunión era bastante positiva y animada, y había en ellos una bondad especial. Cuando hablé sobre eso el presidente de la compañía me mostró la declaración de valores que los ejecutivos de la compañía prepararon antes de empezar las operaciones.

Se trataba de dos páginas de valores y principios que se le dan a cada miembro de la compañía cuando se vincula a la empresa. Esas dos páginas fueron reducidas después a tarjetas plastificadas que cada uno carga en su billetera o bolso.

El presidente me contó una historia interesante. Dijo que cuando dos o más personas dentro de la compañía tienen dificultades con una decisión de cualquier tipo, incluso durante conversaciones telefónicas, sacan sus tarjetas plastificadas que describen los valores corporativos. Revisan los valores juntos, uno por uno y comparan las distintas opiniones disponibles con cada valor. Cualquiera que sea la decisión que al final toman, pasa siempre la prueba de los valores, sin excepción.

 

Valores en los negocios

En un estudio reciente, que abarcó 25 años de historia empresarial, los investigadores encontraron que las compañías que tienen valores claros por escrito, a los cuales todos en la compañía se adscriben, han obtenido un beneficio en promedio 700% más alto durante los últimos 25 años que otras compañías en las mismas industrias sin un código de valores escrito. “Como es adentro, es afuera”.

Cuando conduzco un ejercicio de planeación estratégica para una corporación, los ejecutivos de dicha corporación tienden a escoger la integridad como el valor más alto y como el principio de organización más importante de su corporación.

En mi experiencia, casi cualquier entidad escogerá la integridad como uno de sus principales principios de organización. La palabra integridad, de acuerdo con el diccionario, significa “perfecto, completo, unificado, un todo único, sin manchas o fallas”. Es un excelente valor para escoger.

Esa es una buena elección, pero en realidad la integridad es más que un valor, es la única cualidad mental que asegura o garantiza todos los demás valores que escojas.