8_pasos.jpg

Mucha gente ha contribuido a darle forma a mi manera de pensar y a enfocarme en el campo del alto rendimiento. Gracias a todos los que me han enseñado, desafiado, apoyado y guiado a lo largo de los años.
Mi mayor agradecimiento es para mi esposa, Michelle,

por su amor inquebrantable y su apoyo durante más de treinta años.

8 pasos para alcanzar máximo rendimiento

Copyright © 2019 - Taller del Éxito - Marc Effron


Título original: 8 Steps to High Performance


Original work copyright ©2018 Harvard Business School Publishing Corporation

Published by arrangement with Harvard Business Review Press


Traducción al español: Copyright © 2019 Taller del Éxito, Inc.

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, distribuida o transmitida por ninguna forma o medio, incluyendo: fotocopiado, grabación o cualquier otro método electrónico o mecánico, sin la autorización previa por escrito del autor o editor, excepto en el caso de breves reseñas utilizadas en críticas literarias y ciertos usos no comerciales dispuestos por la Ley de Derechos de Autor.

Publicado por:

Taller del Éxito, Inc.

1669 N.W. 144 Terrace, Suite 210

Sunrise, Florida 33323

Estados Unidos

www.tallerdelexito.com


Editorial dedicada a la difusión de libros y audiolibros de desarrollo

y crecimiento personal, liderazgo y motivación.


Traducción y corrección de estilo: Nancy Camargo Cáceres

Diagramación: Joanna Blandon

Diseño de carátula: Joanna Blandón y Diego Cruz


9781607385707

05201907

PRÓLOGO

PREFACIO

8 pasos para alcanzar máximo

INTRODUCCIÓN

Primer paso

Establece

Segundo paso

Compórtate como

Tercer paso

Crece más rápido

Cuarto paso

Conéctate

Quinto paso

Maximiza tu

Sexto paso

Finge nuevos comportamientos

Séptimo paso

Involucra tu cuerpo

Octavo paso

Evita las distracciones

Conclusión

Apéndice

Notas

Sobre el autor

Marc Effron, autor de Leading the Way y de One Page Talent Management, nos ofrece una hoja de ruta excepcional y útil para alcanzar nuestro mayor potencial y un nivel máximo de rendimiento en 8 pasos para alcanzar máximo rendimiento.

Cuando Marc me comentó que se había basado en una declaración hecha por Peter Drucker, el padre de la administración moderna, para escribir este libro, supe de inmediato que me encantaría. Así como muchas de mis mejores ideas sobre liderazgo se basan en lo que aprendí personalmente de ese gran maestro, Marc también fundamentó este trabajo en la filosofía de Peter que sostiene lo siguiente: “No trates de cambiarte, pues es poco probable que tengas éxito en esa tarea, pero trabaja duro para mejorar tu desempeño”.

Como su nombre lo indica, esta propuesta te sugiere ocho pasos y todos son importantes para alcanzar el objetivo de lograr ese nivel de rendimiento máximo que todos anhelamos. Sin embargo, un paso específico sobre el cual me encantaría adelantarte algo de información es el sexto: “Finge nuevos comportamientos”. ¡Me encanta ese paso! Marc lo describe así: “El emprendedor de alto desempeño se concentra en mostrar los comportamientos adecuados y no su versión ‘genuina’ de sí mismo. Mediante esta lectura, aprenderás que los comportamientos fingidos funcionan —razón por la cual, a veces, generan mejores resultados que cuando te desempeñas según tu verdadero yo— y que lo más importante es saber detectar cuáles son aquellas situaciones en las que es determinante fingir un nuevo comportamiento”.

Inspirado en el teatro, me refiero a esta actitud como “showtime”. Cada noche, los grandes artistas vierten su corazón durante la función. Algunos tendrán dolor de cabeza; otros, problemas familiares, pero eso no importa. A la hora de actuar, aquellos cuyo nivel de rendimiento es óptimo entregan en el escenario todo lo que tienen para brindarles a los espectadores. Y aunque para ellos esa sea una de las miles de veces que han actuado esa misma parte, quizá para alguno de los asistentes que hacen parte del público sea la primera vez que los estarán viendo en acción. Por eso se dice que para el verdadero actor, cada función es como si fuera noche de apertura.

Y así como les sucede a los grandes actores, los grandes triunfadores también necesitan ser consumados intérpretes. Cuando necesitan motivar a otros en el cumplimiento de ciertas metas, mantener enfocados a quienes los rodean o construir equipos específicos para ejecutar determinados proyectos —pues de lo contrario, no lo lograrían—, ellos lo hacen. No importa si tienen dolor de cabeza, ni si tienen un conflicto personal. El hecho es que hacen lo que sea necesario para ayudarle a su organización a tener éxito comprendiendo que, cada vez que necesitan entrar “en acción”, como las estrellas de Broadway, es showtime. Esa es una lección difícil de aprender, pero me la enseñaron los mejores líderes que he tenido la oportunidad de conocer hasta el momento y la aprendí muy bien.

Esta es solo una de las muchas lecciones que aprenderás con 8 pasos para alcanzar máximo rendimiento, puesto que está basado en investigaciones e incluye autoevaluaciones que te servirán para medir tu progreso con respecto al nivel de rendimiento que estás tratando de alcanzar. En otras palabras, este es un libro con el más alto grado de aplicabilidad.

¡Sigue los ocho pasos que Marc te propone a lo largo de estas páginas y lograrás tu objetivo de convertirte en un performer con un nivel óptimo de rendimiento!

La vida es buena.

—Marshall Goldsmith

Autor reconocido internacionalmente y editor de treinta y cinco libros, incluyendo What Got You Here Won´t Get You There y Triggers

Me hubiera encantado que, en mi juventud, alguien me hubiera sentado y me hubiera dicho: “Marc, te voy a decir cómo ser un tipo cuyo nivel de rendimiento sea óptimo. Es verdad que algunas de las enseñanzas que te comparto llegarán a ti por simple lógica mientras que tal vez otras requieran de un esfuerzo significativo de tu parte. Quizá pienses que algunas te funcionarán a las mil maravillas y que otras no tanto, pero te prometo que todo lo que te diré te ayudará a elevar tu nivel de rendimiento y cuanto más pongas en práctica mis propuestas, más éxito tendrás”.

Sin embargo, nadie me dio ese regalo y estoy casi seguro de que a muchos de ustedes tampoco. Ese es un infortunio, porque la falta de ese tipo de perspectivas hace que nuestro intento por lograr un nivel alto de rendimiento sea más desafiante de lo necesario. Como no sabemos qué es lo que se ha comprobado que funciona, hacemos nuestro mejor esfuerzo para clasificar los consejos que recibimos en cuanto al tema a través de libros, jefes, amigos y en internet. Cada uno podría ser altamente funcional, exacto o un desastre total; lo cierto es que es muy difícil saber cuál es el más acertado de todos; lo descubriremos solo hasta cuando los pongamos en práctica. Es así como, a menudo, nuestro intento por alcanzar un alto nivel de rendimiento se guía por pruebas y errores, cuando hacemos lo que creemos correcto y luego esperamos los mejores resultados.

Por eso es que es tan desafortunado el hecho de que no ocurran estas conversaciones que nos sirvan de guía, pues a través de ellas sabríamos con exactitud cuáles serían esas pautas que nos ayudarían a convertirnos en performers de alto rendimiento. Es cierto que existe una ciencia clara y concluyente que describe a la perfección cómo hacer para elevar nuestro nivel de desempeño al máximo en el campo laboral, pero todos sabemos que alcanzarlo no es cuestión de seguir instrucciones por medio de lugares comunes como “mantener la cabeza baja y trabajar duro”, sino de realizar acciones específicas como por ejemplo, estableciendo la manera más dinámica de cumplir con ciertos objetivos, impulsarnos hacia los resultados requeridos o acelerar el crecimiento empresarial. Así que, si alguien sabe muy bien cómo lograr todas estas metas, ¿por qué no fomenta este tipo de conversaciones?

El desafío es que esas ideas poderosas, capaces de incrementar el nivel de rendimiento, se esconden en polvorientas revistas académicas y son como piezas individuales de un rompecabezas más grande, el cual hay que armar. El emprendedor promedio no posee un doctorado a nivel científico y, por lo tanto, es muy poco probable que se ponga en la tarea de buscar e investigar hasta encontrar tales pautas, ni a saber cómo ensamblar las muchas piezas hasta convertirlas en una imagen completa y coherente.

Quizá lo más desafiante es que estas ideas rara vez se presentan de una manera aplicable en el trabajo. Rara vez, cuando estas se encuentran en un libro o artículo, por lo general, fueron escritas por un consultor o periodista que entiende el tema, pero nunca ha tenido que aplicar el concepto al que se refiere en el mundo real. Lo que esto significa es que su consejo puede ser técnicamente preciso, pero, a menudo, ignora las realidades prácticas de las personas ocupadas, de las prioridades en el campo competitivo o de la falta de apoyo de ciertos jefes.

Si pudiéramos reunir estas grandes ideas, identificarlas, clasificarlas en orden de importancia y hacerlas prácticas, aplicables y fáciles de entender, estaríamos contribuyendo a que cualquiera se convierta en un performer con un nivel óptimo de desempeño. Así, lograríamos democratizar la posibilidad de llegar a obtener alto rendimiento al impartir pautas que estén a disposición de todos los interesados y no de unos pocos afortunados y privilegiados. Ese es el propósito de 8 pasos para alcanzar máximo rendimiento.

Escribí este libro para que cualquiera que lo desee pueda llegar a tener un alto nivel de rendimiento. Como ejecutivo corporativo y consultor de gestión, he conocido demasiadas personas inteligentes, pero con bajo rendimiento porque hasta el momento no conocían o no creían en la efectividad de estos ocho pasos. Estos genios en potencia descarrilaron sus carreras al confiar únicamente en su abrumadora fuerza para alcanzar el éxito (por ejemplo, trabajando más duro; desarrollando sus habilidades aún más) y, al ignorar la eficacia de estos pasos, tropezaron contra una pared que les impedía aumentar su nivel de rendimiento. Otros rechazaron el gran consejo de construir una red de contactos o cambiar ciertos comportamientos porque no creían que así incrementarían su nivel de rendimiento. El hecho es que todas estas personas inteligentes y altamente capaces terminaron por desistir de su deseo por aumentar su desempeño y se perdieron de los maravillosos beneficios que trae consigo la posibilidad de convertirse en performers con óptimo nivel de rendimiento.

Pero antes de hablar de óptimo rendimiento, definámoslo. Se conoce que un triunfador está poniendo en práctica su óptimo nivel de rendimiento cuando está produciendo resultados y comportamientos constantes de incomparable calidad, sobre una base absoluta y relativa, por encima del 75% de sus compañeros de cualquiera que sea la actividad en la que estén enfocados. Hay ciertas palabras en esa oración que valen un poco más de tu atención: por ejemplo, el término “constante” no significa que muestres un destello ocasional de brillo, ni que a veces te destaques en la realización de un proyecto. Significa que, por lo general, brillas con luz propia y te destacas. “Relativa” significa que tu desempeño suele ser mejor que el de otros y no solo superior a la meta que te trazaste. Si superas tu objetivo y todos tus compañeros también lo superan, eso es genial, pero todavía estás por debajo de tu máximo nivel de rendimiento en comparación con otros.

La jornada de ocho pasos

Si existen ocho pasos para alcanzar un nivel de rendimiento óptimo, una pregunta obvia sería ¿por qué no hay siete o nueve o veinticinco? Pues bien, a este respecto, te diré que llegar a la precisión de que eran ocho fue un viaje que comenzó con la publicación de mi último libro (con la coautoría de Miriam Ort), One Page Talent Management (OPTM). Escribimos OPTM para ayudarles a los líderes de recursos humanos corporativos a entender qué se demostró como científicamente cierto acerca de crecer, alcanzar un nivel de alta calidad, desarrollar el talento y cómo implementar de la manera más sencilla posible todas esas premisas halladas durante la investigación. A los lectores les encantó la simplicidad de OPTM aunque esté basado en la ciencia y nosotros nos sentimos muy satisfechos como autores al ver que muchas empresas cambiaron su forma en que administraban sus talentos debido a nuestros consejos.

Sin embargo, casi de inmediato, comprendí que gran parte de esos consejos nunca llegaría al cliente más importante: el empleado. El objetivo no era que las empresas construyeran mejores procesos corporativos, sino que más empleados tuvieran éxito. Fue así como me di cuenta de que, si me conectaba directamente con el cliente y le mostraba cómo incrementar su rendimiento, estaría contribuyendo a complementar el arduo trabajo que las empresas estaban haciendo en esa área y les ayudaría a cerrar la brecha donde ellas se estaban quedando cortas. Así que: tú eres mi verdadero cliente.

Transcurrieron ocho años entre la publicación de OPTM y terminar de escribir 8 pasos. Me dediqué de lleno a investigar en qué consiste la ciencia y la práctica del alto rendimiento. Mi objetivo era aplicar el concepto de “simplicidad basada en la ciencia” para identificar qué factores eran la prueba más fehaciente de alto rendimiento y determinar cuál era la forma más sencilla y fácil de aplicarlos. Esto significaba que todo lo que incluyera en 8 pasos tendría que ser probado de manera concluyente y mejoraría el rendimiento individual. Para lograrlo, tuve que eliminar algunos conceptos novedosos con tal de asegurarme de que todo lo que incluiría en este libro funciona a la perfección.

Con el propósito de entender la ciencia, revisé la extensa labor académica y los diversos trabajos de investigación que realicé sobre rendimiento, los cuales utilicé como aportes al escribir OPTM. Por ejemplo, yo sabía que establecer grandes metas y hacer ajustes estratégicos que converjan con el perfil de determinada empresa son pruebas científicas que demuestran que de esa manera se puede mejorar el rendimiento individual. Era claro que el desarrollo individual también ejercía cierto impacto en el rendimiento a pesar de que había mucho menos ideas disponibles sobre cuáles son aquellas capacidades que debería desarrollar un performer o cómo hacer para incrementarlas.

En ese punto, las preguntas comenzaron a superar a las respuestas. Yo intuía que la comprensión y el desarrollo de ciertos comportamientos debían estar vinculados a la posibilidad de conseguir mayor rendimiento, pero ¿existirían comportamientos específicos que garantizaran un mayor rendimiento en cada situación? ¿Qué pasaría con el trabajo por medio de redes? La gente hablaba de que era valioso, pero ¿existiría alguna prueba de que ese modelo mejoraba el rendimiento individual? ¿Qué pasaría con las áreas como el sueño, el ejercicio y la nutrición?

La única forma de determinar qué incluir y qué excluir era leyendo la investigación académica sobre cada tema relacionado con el desempeño y decidir si se justificaba incluir esos hallazgos en el libro. Leí cientos de artículos y revisé miles de otros en temas que pudieran conformar o no la lista final. El nivel de prueba deseado que busqué para incluir un tema era un metaanálisis que concluía que, definitivamente, estas acciones mejoran el desempeño individual en el trabajo1. Esa validación del mundo real era crítica; estudios que utilizaran ratas y estudiantes de pregrado no fueron tenidos en cuenta.

Además de leer la literatura académica, estudié con total detenimiento los libros y artículos más populares sobre cómo mejorar el desempeño individual. La mayoría de ellos, hacía afirmaciones que quedaban rápidamente socavadas por su falta de pruebas científicas. Otros estuvieron cerca a ser considerados como ejemplos de negligencia profesional; se trataba de gente que debería haber sabido que se estaba fundamentando sobre bases incorrectas. Muy pocos de los conceptos que se encuentran en los libros y artículos más populares en el tema de los negocios, así como muy escasas charlas TED, hacían aportes serios respecto al tema de cómo incrementar el desempeño.

Así las cosas, resultó ser que, después de revisar miles de artículos sobre una multitud de temas, solo ocho temas cumplieron con mis estándares para ser incluidos en 8 pasos. Si me preguntaras por qué nadie había resumido esta información antes, considera este esfuerzo. Brevemente, los ocho pasos son:

Personalmente, he visto que cada uno de estos pasos contribuye en la formación de performers exitosos en cada sector, industria y lugar del mundo; además, han sido probados a nivel científico. También he visto fallar a personas muy brillantes cada vez que deciden ignorar estas premisas tan fundamentales.

Por ejemplo, cuando fui parte del equipo de trabajo de un congresista de Estados Unidos, observé a dos candidatos inteligentes y capaces competir por la codiciada posición de jefe de personal. Uno de ellos, se enfocó en convertirse en un técnico experto sobre cómo elaborar y aprobar legislaciones. El otro, invirtió tiempo para conocer a profundidad a otros jefes de personal, aprender sobre el trabajo y construir una red de contactos fuerte y amplia que influyera en su futuro político. Cuando el congresista decidió a quién elegir como jefe de personal, la capacidad del candidato que se enfocó en establecer conexiones dinámicas y extensas (paso cuatro, “Conéctate”) fue el factor diferenciador y ganador.

En otras circunstancias, como en consultorías a grandes y complejas empresas de todo el mundo, he visto ejecutivos quedarse atrás porque no entendieron que las nuevas estrategias de su empresa exigían que ellos también trabajaran de maneras más novedosas. En una entidad de salud bastante prestigiosa, el CEO había conducido a la compañía desde sus inicios hasta convertirla en una próspera compañía de $5 billones de dólares con más de cinco mil empleados. Su enfoque emprendedor, su capacidad para desafiar certeramente los procesos y su carisma personal habían sido cualidades cruciales en el éxito de la empresa. Desafortunadamente para él, el crecimiento de la compañía ahora requería de un líder que tuviera la habilidad de construir la infraestructura y la organización operativa necesaria para seguir prosperando aunque hubiera alcanzado semejante tamaño, pero él se negó a adaptar su estilo para que fuera acorde a las necesidades cambiantes de la empresa (paso cinco, “Maximiza tu capacidad de adaptación”) y no solo perdió su trabajo, sino que además causó que otros ejecutivos también perdieran los suyos.

También he visto líderes que se convirtieron en emprendedores de alto rendimiento cuando dejaron de establecer quince o veinte metas y decidieron concentrarse en las pocas que en verdad eran más relevantes para su compañía en ese preciso momento (paso uno, “Establece grandes metas”). Otros líderes prefirieron una carrera que les brindara experiencias más desafiantes y se dieron cuenta de que los movimientos más grandes y arriesgados suelen acelerar el desarrollo profesional y laboral (paso tres, “Crece más rápido”).

No son nuevos, pero se ha comprobado que funcionan

Tal vez, leas algunos de los ocho pasos y te digas a ti mismo: “¡Sé todo esto desde hace años!”. Exactamente. El hecho de que los ocho pasos hayan sido comprobados una y otra vez también implica que no son nuevos. Más bien, son el producto de años de investigación conducidos por científicos inteligentes de todo el mundo que han probado que, sin lugar a dudas, cada paso funciona. Ese hecho debería hacerte sentir aún más confiado en el poder de los ocho pasos. La cuestión aquí es que muy pocos emprendedores y solo unas cuantas empresas conocen estos ocho pasos o si los conocen, no saben cómo llevarlos a la práctica para obtener los mejores resultados posibles.

La buena noticia es que está comprobado que estos ocho pasos aumentan el rendimiento y que es factible implementar todos y cada uno de ellos. Cada capítulo incluye asesoramiento específico y herramientas prácticas que te ayudarán a dar cada paso. Tu función es confiar en que son valiosos hoy y seguirán siendo valiosos durante años, porque están basados en la ciencia de mayor experiencia en el comportamiento humano. Mientras que las preferencias de las empresas en lo referente a gestionar a los miembros de sus equipos de trabajo son cambiantes y a corto plazo, las verdades fundamentales sobre el ser humano, su comportamiento y su rendimiento han venido evolucionando y asentándose con el paso del tiempo.

Quién se beneficiará de 8 pasos para alcanzar
máximo rendimiento

Cuando estaba escribiendo 8 pasos para alcanzar máximo rendimiento, un colega con mucha experiencia en su campo me dijo que sería un poco embarazoso para él llevar consigo un libro sobre cómo ser un líder de alto rendimiento. Después de todo, manifestó, a su edad ya debería “saberlo todo”. Supongo que esa afirmación debería ser cierta si nos hubieran enseñado los ocho pasos cuando éramos jóvenes y tuvimos la oportunidad de ponerlos en práctica con regularidad a lo largo de nuestra vida. Desafortunadamente, hasta ahora, nadie ha revisado toda la ciencia sobre el desempeño humano, ni traducido sus hallazgos en pasos simples y prácticos.

La búsqueda de un mayor rendimiento vale la pena, no importa en qué etapa de tu vida, ni en qué circunstancia te encuentres. Puedes estar comenzando tu carrera y preguntándote cómo establecerte mejor en tu empresa o profesión. También puedes ser un profesional experimentado que no avanza tan rápido, ni se está desempeñando al nivel que quisiera. Quizá, tu nivel de rendimiento sea óptimo, pero no entiendes qué factores son determinantes en tu camino al éxito y podrían afectar tu futuro. Y a menos que seas el individuo de mayor rendimiento en tu industria o profesión, encontrarás, por lo menos, una propuesta en este libro que te ayudará a aumentar tu nivel de rendimiento.

Si bien espero que te beneficies personalmente de esta lectura, confío en que determines que los miembros de tu equipo se beneficiarían teniendo una copia. Es probable que muchos de los consejos que ofrezco se incorporen con la forma en que ya estás entrenando a tus empleados y puedas usar 8 pasos para reforzar tus mensajes. Las evaluaciones y herramientas aquí propuestas les ayudarán a responsabilizarse aún más de la necesidad de aumentar su rendimiento.

Durante mis conferencias, mucha gente se acerca a mí con sus copias de este libro ya desgastadas y me cuentan que las usan como guía de referencia siempre que tengan preguntas sobre cómo gestionar talento. Espero que tú también utilices 8 pasos de esa misma manera. Idealmente, será una referencia siempre lista que te proporcionará orientación o una herramienta o un consejo cada vez que lo necesites.

Acerca de tus límites tanto reales como aparentes

El subtítulo de 8 pasos es “Concéntrate en lo que puedas cambiar (e ignora el resto)”. Notarás que esa es la actitud reflejada a lo largo de estas páginas. Describiré con total exactitud todo aquello que te ayudará a ser un performer de alto desempeño y cómo aplicarlo en el área que desees. Te pediré que apartes cualquier clase de excusas y explicaciones de por qué no puedes alcanzar un alto nivel de rendimiento. Eso no significa que no entiendo los límites y las dificultades que cada uno afronta, ni que tengo preferencias con quienes se enfrentan a trabajos difíciles o a situaciones personales complicadas.

Quizá, tengas una vida hogareña desafiante, estés cuidando a un padre anciano, seas madre soltera o te sientas abrumado por la cantidad de asuntos que requieren de tu atención diaria. En tu trabajo, es posible que tengas un jefe difícil, un cargo que no te brinda estabilidad, compañeros desagradables o estés vinculado a una empresa en quiebra. Yo entiendo estos diversos desafíos y, si ese fuera tu caso, te preguntaría: ¿cómo podrías usar tu tiempo restante, tu atención y tu energía para ser un performer de mayor rendimiento? Elige el único paso que te sea posible dar hoy y, después de progresar en él, prosigue al siguiente. Tal vez, tu viaje hacia una vida de rendimiento óptimo avance con más lentitud que el de otros, pero, al menos, lo harás confiando en que avanzas por el camino correcto.

Acepta el reto

El camino para completar los ocho pasos es sencillo, pero no fácil. Requiere que desees con todas tus fuerzas ser un individuo de alto rendimiento, trabajar duro para lograr dar cada paso y evitar las distracciones que se te presenten en el camino. Sin embargo, los beneficios que recibirás harán que el trabajo duro y los sacrificios que hagas sean una inversión inteligente. Incrementarás tus posibilidades de ganancia, aprenderás más y ascenderás más rápido, obtendrás mayor exposición y oportunidades que no estarán disponibles para otros. Lo único que debes hacer es comprometerte a triunfar, creer en tus habilidades y dar los ocho pasos que te llevarán hacia las alturas.

8 pasos

para alcanzar

máximo

rendimiento