RECONOCIMIENTOS

Primero, quiero agradecer a mi amigo y mi padre, mi mentor y mi maestro, mi ayuda y esperanza, mi luz y mi guía, Dios. ¡Estoy muy agradecido por todo lo que Él ha hecho por mí! Agradezco a mi esposa Dee, quien no sólo es mi mujer y el amor de mi vida, sino también mi mejor amiga, y duplica sus tareas como una gran correctora de estilo y socia. Quiero agradecer a mis hijos, William y Sherry Latoya, por su amor y apoyo en todos mis quehaceres. Gracias a mi hermano Noble y a su familia por su gran fe y apoyo. Mis agradecimientos a mi familia política Rivers, al señor Rivers Jr., a Edith y a Shirley Taylor por su ánimo y apoyo.

Estoy muy agradecido con todas las personas que contribuyeron a este libro. Quiero darle las gracias a todos los que entrevisté, a los que aportaron historias y a las personas cuyas historias me han inspirado a través de los años. Doy un agradecimiento especial a todos mis lectores, Rhonda Davis Smith, David Metcalf, RaeCarol Flynn, Darlene Bryant, y Brad y Terry Thomas. Agradezco a la Biblioteca Regional Chevy Chase en Washington, DC, por dejarme trabajar en este libro en paz y quietud.

Gracias, gracias, gracias a todos en St. Martin’s Press. Los editores, el equipo de ventas, la gente de publicidad, y todos en la oficina, que son maravillosos, especialmente la persona que considero el mejor editor del mundo, Jennifer Enderlin. Debo darle un gran agradecimiento a mi amigo y gran agente, Jeff Herman, por llevarme a St. Martin’s y por asegurarse que la gente alrededor del globo pudiera leer las palabras e ideas de Willie Jolley. También agradezco especialmente, a Rick Frishman de Planned Television Arts, por presentarle a tanta gente a este sujeto llamado Willie Jolley y por presentarme a Jeff Herman. ¡Ustedes son los mejores!

Agradezco a todos mis amigos oradores que han sido tan comprensivos y me han apadrinado en la industria editorial: Greg Godek. Mark Victor Hansen, Jack Canfield, Harvey Mackay, Dennis Kimbro, Charlie “Tremendo” Jones, Dave y David Yoho, George Fraser, Iyanla Van Zant, y por supuesto a mi compañero y mentor, Les Brown. Gracias a todos mis amigos en la Asociación Nacional de Oradores, que me enseñaron acerca de la industria de la motivación y sobre el poder de dar y compartir. También agradezco a todos ellos, que fueron a las librerías y se aseguraron que mis libros estuvieran exhibidos y que le dijeran a la gente: “¡Compre este libro de Willie Jolley!”. No podría haber logrado el éxito sin ustedes, que son los mejores amigos del mundo.

Finalmente, agradezco a todas las estaciones de radio y televisión que me entrevistaron y me permitieron compartir mis mensajes con el mundo. Además, a todos los centros de medios que escribieron historias y le hicieron publicidad a mis libros, música y mensaje. Estoy muy agradecido con toda la gente del país que ha escuchado mis discursos y con todos los grupos corporativos que he visitado. Agradezco a todos los estudiantes de los colegios donde he hablado y a todos los integrantes de mi Club Altamente Favorito y Bendito; a todos los que han comprado mis libros y grabaciones. Los aprecio a todos y a cada uno. Gracias a aquellos que me han detenido en las calles, o me han enviado correos electrónicos, haciéndome saber que mis palabras o canciones hicieron una diferencia en su vida. Es por eso que hago lo que hago. Su ánimo fue el combustible que mantuvo el fuego encendido. Gracias a todos y que Dios continúe bendiciéndolos y protegiéndolos. ¡Los amo mucho!