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Sobre Guillermo Máximo Cao

Guillermo Máximo Cao (Ciudad de Buenos Aires, 1958) es profesor de historia del Colegio Carlos Pellegrini, del curso de ingreso de las escuelas secundarias de la UBA y del Comercial N° 31. Tiene publicados varios libros de texto y colaboraciones en diferentes diarios (Clarín), revistas (Todo es Historia, El Federal), programas de radio (Rivadavia, Güemes) y televisión (América 24, Canal 26, TV Pública). Recibió mención en el concurso “Coca Cola en las Artes y las Ciencias 1989/90” con la publicación de “La Huelga de los Obreros de la Carne de 1932”. Expuso en Jornadas de los Profesorados Joaquín V. González y Alicia Moreau de Justo, sobre temas referidos a la Independencia de Haití y su influencia en América Latina, y sobre el papel de los aborígenes en la Independencia Argentina y su posterior tratamiento historiográfico.

Índice

Para mi familia, Gaby, Belu y Andy.

Capítulo 2
LOS HOMBRES.
BIOGRAFÍAS

MANUEL ANTONIO DE ACEVEDO (Azevedo)

Nació el 25 de mayo de 1770, en Salta. Estudió en Córdoba en el Colegio Monserrat y luego en la Universidad de San Carlos donde se recibió de doctor en derecho, pero su vocación religiosa lo llevó a ordenarse como sacerdote en 1794. Regresó a Salta en 1799 y fundó la Escuela de Filosofía. Fue cura párroco en Cachi y luego en Belén (Catamarca). Cuando se produjo la Revolución de Mayo adhirió a la causa y en 1812 viajo a la provincia vecina a auxiliar a los heridos de la Batalla de Tucumán. Allí Belgrano lo propuso para la Catedral de Salta pero Acevedo continuó con su labor rural en Belén. Fue electo diputado por Catamarca para el Congreso de Tucumán, firmando el Acta de Independencia y apoyando la propuesta de la monarquía incaica. Se trasladó a Buenos Aires con el Congreso, propuso la creación de escuelas primarias rurales y participó en los debates y sanción de la Constitución de 1819. Estuvo preso entre 1820 y 1821 en Buenos Aires, como consecuencia del rechazo de las provincias a la Constitución y la caída del Directorio por la Batalla de Cepeda y cuando fue liberado fue secretario de la Sala de Representantes de Buenos Aires pero enseguida volvió a la ciudad de Catamarca donde fundó una escuela y dio clases de filosofía, mientras ejercía su sacerdocio. En 1823 participó de la sanción de la primera Constitución de esa provincia presentando el proyecto que fuera aprobado. En 1824 fue electo al Congreso Constituyente que se realizaba en Buenos Aires y participó de los debates durante parte de 1825 hasta que renunció por razones de salud, y murió a los pocos días en Buenos Aires el 9 de octubre de ese año, a los 55 años. El gobierno decidió que sus restos fueran inhumados en los sepulcros destinados a los beneméritos de la Patria del cementerio de la Recoleta.

TOMÁS MANUEL DE ANCHORENA

Nació el 29 de noviembre de 1783 en Buenos Aires. Estudió en el Colegio de San Carlos y se doctoró en la Universidad de Charcas en 1807. De regreso a Buenos Aires integró el Cabildo teniendo activa participación en los hechos de mayo de 1810 cuando fue comisionado para pedirle la renuncia al Virrey Cisneros y luego cuando se opuso al reconocimiento al Consejo de Regencia que se había instalado en España para gobernar en nombre del Fernando VII. Como la Primera Junta reconoció al Consejo, tuvo un proceso que lo mantuvo alejado de la ciudad hasta que su defensor Juan José Paso logró que se lo restituyera en su cargo con todos los honores. Anchorena se retiró a la vida privada y se trasladó a Potosí por negocios. Desde allí colaboró con dinero y distintas gestiones con Belgrano y el Ejército del Norte siendo reconocido por el creador de la bandera ante el gobierno de Buenos Aires. Elegido diputado por su provincia natal, al Congreso de Tucumán asumió sus funciones el 17 de mayo de 1816 planteando inmediatamente cuestiones organizativas. Luego de la declaración de la Independencia se opuso terminantemente en la sesión del 6 de agosto a la idea monárquica proponiendo una federación de provincias. En realidad Anchorena defendió más las ideas republicanas y federales en esa sesión en contra de la monarquía Inca ya que en otras sesiones posteriores votó a favor de la monarquía constitucional a cargo de un príncipe portugués. Escribió años más tarde a Juan Manuel de Rosas: “poníamos la mira en un monarca de la casta de los chocolates, cuya persona si existía, probablemente tendríamos que sacarla borracha y cubierta de andrajos de alguna chichería”. Luego de un paréntesis en la vida pública, volvió a ocupar un cargo en el primer gobierno de Rosas, su primo, como Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, y fue uno de los firmantes del Pacto Federal de 1831. En 1844 fue elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires cargo al que renunció inmediatamente dejando a Rosas continuar en él. Murió en Buenos Aires el 29 de abril de 1847 a los 64 años.

PEDRO JOSÉ MIGUEL ARÁOZ (Araos)

El 20 de junio de 1759 nació en Tucumán Pedro Aráoz. Estudió en el Real Colegio de San Carlos, en Buenos Aires y luego en la Universidad de Córdoba, donde se ordenó de sacerdote y se doctoró en teología. Regresó a Tucumán y ocupó cargos eclesiásticos en la catedral, fue el encargado de pronunciar en esa provincia la oración fúnebre por los caídos en la segunda invasión inglesa, en Buenos Aires en 1807. Adhirió a la Revolución de Mayo y colaboró con su familia para el fortalecimiento del Ejército del Norte comandado por Belgrano, colaborando con armas, ganado y preparando hombres. Fue nombrado capellán del cuerpo de Dragones Tucumanos a los que acompaño en la Batalla de Salta en febrero de 1813. Fue electo diputado por Tucumán al Congreso pero por objeciones en su nombramiento demoró su incorporación hasta el 6 de junio de 1816. Integró algunas comisiones y fue presidente del Congreso, además de firmar el Acta de Independencia. Renunció cuando se trasladó el Congreso a Buenos Aires pero recién en 1818 le fue aceptada, regresó a su provincia donde participó en la sanción de la Constitución de Tucumán del 18 de septiembre de 1820. Ese mismo año fundó El Tucumano Imparcial el primer periódico de esa ciudad. Fue presidente de la Legislatura en 1824 y fue elegido diputado al Congreso General Constituyente de 1826. Murió en Tucumán el 18 de junio de 1832, dos días antes de cumplir los 73 años.

MARIANO JOAQUÍN BOEDO

Nació en Salta el 25 de julio de 1782. Inició sus estudios en su ciudad natal pasó luego a Córdoba y después a Charcas donde se recibió de abogado en 1805. Amigo y compañero de estudios de Mariano Moreno, ya de regreso a Salta, se pronunció a favor y fue uno de los principales protagonistas de la revolución de Mayo no solo en su provincia sino en el noroeste, ocupando importantes cargos en el nuevo gobierno patrio. Cooperó con Belgrano en la campaña del Norte y cuando se produjo el conflicto entre Rondeau y Güemes, este último lo nombró para representarlo ante el Cabildo de Jujuy para lograr que este reconociera la autoridad de Güemes, logrando con todo éxito la firma de un acuerdo entre Salta y Jujuy, de ocho artículos donde se reconoce la autoridad del gobernador salteño. Fue elegido diputado por su provincia, para el Congreso General Constituyente que debía reunirse en Tucumán en 1816. Tuvo una activa participación siendo vicepresidente en el mes de julio firmando el Acta de Independencia como tal, formó parte de distintas comisiones y su trabajo fue muy importante hasta que en 1818, por decisión de su provincia fue reemplazado por Juan Marcos Zorrilla. A partir de ese momento se retiró de la actividad política y al año siguiente siendo muy joven, murió en Buenos Aires el 9 de abril de 1819 (algunos autores consignan el 9 de junio 1818), a los 37 años. Sus restos fueron sepultados en la iglesia de San Francisco.

PEDRO BUENAVENTURA CARRASCO

Nació en la Villa de Oropesa, valle de Cochabamba, actual Bolivia, el 14 de julio de 1780. Estudió medicina en la Universidad de Lima. Durante las invasiones inglesas actuó como cirujano del regimiento de Patricios. Fue enviado luego a Cochabamba para ejercer su profesión y actuó en la rebelión de Chuquisaca1809 y en el movimiento revolucionario de 1810. Cumplió funciones administrativas nombrado por Castelli después del triunfo de Suipacha. En 1812 actuó como cirujano del ejército de Belgrano. Fue elegido diputado al Congreso de Tucumán pero una importante misión lo hizo incorporarse el 17 de agosto de 1816. Al mes siguiente fue elegido presidente y luego nombrado junto a los diputados Castro Barros y Darregueyra para asistir al Director Supremo Pueyrredón en las difíciles relaciones con Brasil. En 1817 se trasladó con el Congreso a Buenos Aires y en 1819 suscribió la Constitución. En 1820 fue detenido y procesado como varios integrantes del Congreso pero pronto recuperó la libertad y se retiró de la vida política. Murió en Buenos Aires el 13 de julio de 1839, el día anterior a cumplir 59 años.

JOSÉ ANTONIO CABRERA

El 28 de noviembre de 1768 nació en Córdoba José Antonio Cabrera. Estudió en el Colegio de Monserrat y en la Universidad de San Carlos donde se graduó de bachiller en Derecho Civil. En Buenos Aires recibió el título de abogado otorgado por la Audiencia en 1798. Apoyó decididamente a la Revolución de Mayo y en 1811 fue alcalde de primer voto del Cabildo de Córdoba. Participó en varias comisiones oficiales para debatir con Artigas distintos proyectos de acuerdos. Fue elegido diputado por su provincia al Congreso de Tucumán donde además de firmar el Acta de Independencia, tuvo una enérgica y polémica postura frente a los diputados que estuvieron a favor del traslado del Congreso a Buenos Aires, a la que se opuso y no aceptó por lo que en 1817 se retiró a su provincia, donde siguió participando en política defendiendo la causa artiguista. Amigo y compañero del Deán Gregorio Funes. Murió en Córdoba el 15 de abril de 1820 a los 51 años. Sus restos fueron inhumados en el cementerio de la Iglesia de los Frailes Predicadores.

PEDRO IGNACIO CASTRO BARROS

Nació el 31 de julio de 1777, en Chuquis, departamento de Araujo (hoy departamento Castro Barros), La Rioja. Estudió en Santiago del Estero y en Córdoba donde se recibió de doctor en teología y se ordenó sacerdote en 1800. De regreso en La Rioja estableció un colegio. Adhirió inmediatamente a la Revolución de Mayo, en esa época tuvo que lamentar el fallecimiento de su madre de 103 años y en 1814 reemplazó a Ugarteche en la Asamblea General Constituyente que funcionaba en Buenos Aires desde el año anterior. En 1815 fue comisionado con Juan Ramón Balcarce para difundir en el norte una cuota de confianza, ante la inestabilidad política por los sucesivos cambios de gobierno y las derrotas militares que sembraron el pesimismo y la desesperanza en el país. Nuevamente La Rioja lo eligió como diputado para el Congreso de Tucumán, del cual fue presidente y le tocó decir un importante discurso el 9 de julio de 1816 en la Iglesia de San Francisco. Luego se trasladó a Buenos Aires y lo enviaron como sacerdote a Salta pero en el viaje fue apresado por las fuerzas de Estanislao López de Santa Fe. Logró fugarse a Santiago del Estero donde estuvo con Belgrano y pasó a Córdoba como diputado por su provincia a un Congreso que nunca se realizó. Allí fue rector de la Universidad hasta 1828, mientras tanto Corrientes lo eligió como diputado al Congreso de 1824 pero no aceptó y en 1827 la Curia lo nombró Visitador Apostólico viajando a Cuyo donde realizó una gran obra y conoció a Sarmiento. En 1829 cuando el Gral. Paz entra a Córdoba, es nombrado en la Vicaría Capitular y al ser derrocado Paz, cae preso y Rosas lo envía a Buenos Aires, permitiéndole luego emigrar a Montevideo en 1833, donde permanece hasta 1841, año en que se traslada a Chile donde realizó una gran obra apostólica que le valió el reconocimiento del país trasandino. Murió en Santiago de Chile, el 17 de abril de 1849 a los 71 años. Sus restos fueron repatriados en 1926 y en 1949 se construyó en la Catedral de La Rioja el mausoleo donde fueron depositados.

JOSÉ EUSEBIO COLOMBRES

Nació en San Miguel de Tucumán, el 6 de diciembre de 1778, José Eusebio Colombres, luego de terminar sus primeros estudios fue enviado a Córdoba a estudiar la carrera eclesiástica. Fue ordenado Sacerdote en 1803. De regreso en Tucumán, apoyó la Revolución de Mayo, fue designado cura párroco en Piedra Blanca en Catamarca. Fue elegido diputado por esa provincia para el Congreso de Tucumán, donde inició su trabajo el 26 de marzo de 1816. Poco después de la Declaración de la Independencia renunció y volvió a su curato en Catamarca donde ya había empezado a realizar pruebas con la caña de azúcar. Por razones políticas se trasladó a Tucumán y en 1821 inició la producción de azúcar, creando esa industria que engrandecería económicamente a su provincia en el futuro. La primera plantación y trapiche para molienda lo instaló en su finca en el actual Parque 9 de Julio, donde su casa fue convertida en museo. Si bien se habían plantado cañas en los siglos XVII y XVIII, esa producción había desaparecido y se considera a Colombres como el impulsor de la industria que va a caracterizar a su provincia. En 1840 se enroló en la Liga del Norte (antirosista) ocupando el ministerio de gobierno pero también sufriendo el exilio en Bolivia hasta que fue indultado en 1845 y retomó la política en Tucumán y siguió con su sacerdocio en su provincia, Catamarca y Salta. Durante el gobierno de Urquiza, se lo propuso ante el vaticano como Obispo de Salta. El papa Pío IX lo designó el 23 de diciembre de 1858 pero Colombres no llegó a recibir la consagración porque murió el 11 de febrero de 1859 en San Miguel de Tucumán a los 80 años, siendo el último sobreviviente de los congresales firmantes de la declaración de independencia. Sus restos fueron depositados en la Iglesia Catedral de Tucumán.

MIGUEL CALIXTO DEL CORRO

El 14 de octubre de 1775, en Córdoba nació Miguel del Corro, estudió en el Colegio Monserrat y en la Universidad de San Carlos se graduó de doctor en teología. En 1800 se ordenó sacerdote. Fue destinado a Salta y de regreso en Córdoba en 1809 ya hacía circular un escrito mencionando ideas de “libertad”, de “patria” que inducían a pensar en independencia, lo que ocasionó una advertencia del gobernador español. Adhirió a la Revolución de Mayo y realizó una intensa propaganda de la misma desde el púlpito de la Catedral de Córdoba. Fue elegido diputado para la Asamblea de 1813 pero no llegó a incorporarse. Fue rector de la Universidad de San Carlos y en 1816 representó a su provincia en el Congreso de Tucumán, pero no estuvo presente el 9 de julio porque se encontraba en comisión en Santa Fe, enviado por el Congreso, para negociar la paz entre las provincias e intentar, en vano, que Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y la Banda Oriental, bajo la influencia de Artigas, envíen sus diputados al Congreso. De regreso a la asamblea, se vio envuelto en un escándalo por la violación de correspondencia del Director Pueyrredón al Congreso lo que llevó a la formación de una comisión investigadora que dejó al descubierto la participación de del Corro en el delito. Retirado de la política volvió a ser rector de la Universidad de Córdoba y nuevamente entre 1829 y 1831 estuvo trabajando con el General Paz y cuando este fue apresado se retiró al interior de la provincia. En sus últimos años, de vuelta en su ciudad natal, completamente ciego, se dedicó a recopilar sus sermones más importantes, los que fueron publicados en dos tomos en 1849. Murió faltándole un mes para cumplir los 76 años, el 16 de septiembre de 1851, en Córdoba.

JOSÉ DARREGUEYRA (Darregueira)

Nació el 27 de junio de 1771, en Lima (Perú). En Buenos Aires estudió en el Real Colegio de San Carlos y luego se recibió de abogado en Charcas. De regreso en 1795, ejerció su profesión y participó desde un principio en las reuniones en la jabonería de Vieytes y en la casa de los Rodríguez Peña preparando la Revolución de Mayo, de la que participó activamente en el Cabildo abierto del 22, votando a favor de la renuncia del Virrey Cisneros y por la formación de una junta de gobierno. En las jornadas siguientes también estuvo presente. Fue partidario del grupo saavedrista que se formó en torno a la Primera Junta. Fue miembro de los tribunales de justicia de Buenos Aires hasta 1816 en que fue elegido diputado por Buenos Aires para el Congreso de Tucumán. Además de firmar el Acta del 9 de julio integró distintas comisiones. Se trasladó a Buenos Aires con el Congreso siendo reelecto en su diputación pero murió el 1 de mayo de 1817 a los 46 años.

PEDRO LEÓN GALLO

El 27 de junio de 1782 nació Pedro León Gallo, en Santiago del Estero donde hizo sus primeros estudios hasta que en 1799 se trasladó a Córdoba para estudiar en el Colegio Monserrat y ordenarse como sacerdote. Siguió estudiando filosofía en la Universidad de San Carlos. Luego de graduarse volvió a Santiago donde ocupó distintos puestos eclesiásticos. El 4 de abril de 1816 fue electo diputado al Congreso de Tucumán en reemplazo del sacerdote Ignacio Garay, quien renunció a ese cargo por razones de salud y falleció el 19 de marzo. Fue vicepresidente del Congreso en 1816 y presidente en 1819, ya trasladado a Buenos Aires. Desarrolló una intensa actividad y sus opiniones eran muy respetadas por la gran preparación académica que tenía. Cuando las provincias rechazaron la Constitución de 1819 y disuelto el Congreso, regresó a Santiago del Estero donde tuvo una gran actividad eclesiástica y también política acompañando al gobernador y caudillo Juan Felipe Ibarra, quien logró la autonomía de su provincia con respecto a la de Tucumán. En 1851 cuando Manuel Taboada tomó el gobierno, tuvo que huir pero fue capturado y encarcelado en su ciudad natal. Cuando fue liberado se fue a Tucumán donde murió el 7 de febrero de 1852 a los 69 años. Sus restos fueron trasladados a la Catedral de Santiago del Estero en 1885.

ESTEBAN AGUSTÍN GASCÓN (Gazcón)

Nació el 9 de julio de 1764 en Oruro, actual Bolivia, durante una breve estadía de sus padres en ese lugar. Hizo sus primeros estudios en Buenos Aires en el Real Colegio de San Carlos, pasando luego a la Universidad de Charcas donde se doctoró en leyes en 1791. Vivió algunos años en Oruro teniendo una destacada participación en la revolución el 25 de mayo de 1809. Adhirió al movimiento revolucionario de 1810, luchó bajo las órdenes de Manuel Belgrano en la batalla de Salta. Fue elegido por un Cabildo abierto presidente de la Real Audiencia de Charcas y gobernador intendente de esa provincia. Tuvo que huir cuando se produjeron las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma en octubre y noviembre de 1813, respectivamente. En Buenos Aires fue nombrado asesor letrado del ejército que actuaba en la Banda Oriental bajo las órdenes de Rondeau y luego de Rodríguez Peña y en Montevideo con el coronel Soler. También formó parte del Cabildo de Montevideo. En 1816 viajó a Tucumán como diputado por Buenos Aires, trabajando intensamente en varias comisiones y reconociéndole el Congreso su labor proponiéndolo como uno de los postulantes al cargo de Director Supremo de las Provincias Unidas. Cuando ocupó ese cargo Juan Martín de Pueyrredón fue convocado para ocupar la cartera de hacienda en los momentos de mayor dificultad financiera por las necesidades de los ejércitos del Norte, de los Andes y los que luchaban en la guerra civil. Desde ese puesto creó la Caja Nacional de Fondos de Sud América, primera institución de crédito del país. En 1820 fue comisionado para tratar la paz con los ejércitos de López y Ramírez después de la batalla de Cepeda. Hasta 1821 fue camarista del Tribunal de Justicia. Murió en Buenos Aires el 24 de junio de 1824 a los 60 años. Sus restos fueron inhumados en el cementerio de la Recoleta.

TOMÁS GODOY CRUZ

Nació el 6 de marzo de 1791 en Mendoza. Estudió en su provincia, luego en Córdoba donde el Deán Funes fue su maestro y por último en la Universidad de San Felipe en Chile recibiéndose de bachiller en filosofía, cánones y leyes en 1813. De regreso en Mendoza se dedicó al comercio y a la política como lo había hecho su padre. Puso su fortuna a disposición de San Martín para formar el ejército libertador de Los Andes y su casa la cedió para la primera fábrica de pólvora de su provincia. Participó activamente en el Congreso de Tucumán, representando a Mendoza y defendiendo sus ideas que coincidían con las de San Martín como lo demuestran la gran cantidad de extensas cartas que se escribieron en esos años. Fue presidente del Congreso en dos oportunidades. Entre julio de 1820 y enero de 1822 fue gobernador de Mendoza fomentando la minería, la agricultura, la enseñanza, las publicaciones y organizó un teatro. En 1831 cuando se produjo la invasión de Facundo Quiroga se exilió en Chile, donde se dedicó a la enseñanza y ayudó a los emigrados argentinos opositores al gobierno de Rosas. Tuvo una próspera iniciativa al dedicarse a la cría de gusanos de seda y especializarse en esa actividad publicando en 1838 un manual explicando esa actividad, con gran difusión en Mendoza, a tal punto que el gobernador José Félix Aldao, enemigo político de Godoy Cruz, lo llamó para que realice la cría en la provincia y le devolvió todos sus bienes confiscados por Quiroga 13 años antes. Cuando murió el 15 de mayo de 1852, por una apoplejía, a los 61 años, estaba experimentando desde hacía algún tiempo, el cultivo de la planta de té.

JOSÉ IGNACIO DE GORRITI

Nació en Jujuy, el 30 de julio de 1770, hizo sus primeros estudios con los padres franciscanos y pasó luego a Córdoba donde estudió en el Colegio de Monserrat. En la Universidad de Charcas se graduó como doctor en leyes, pero no pudo dedicarse ya que se tuvo que hacer cargo de la finca familiar “Los Horcones”, cerca de Rosario de la Frontera en Salta. Al enterarse de la invasión inglesa en Buenos Aires equipó a un grupo de soldados para marchar a pelear contra el invasor. En 1808 comenzó a conspirar contra las autoridades españolas con Moldes y Gurruchaga. Prepararon el ambiente para que la provincia adhiera a la Revolución de Mayo en el pronunciamiento del 27 de agosto de 1810. Se pronunció por la autonomía de Jujuy con respecto a Salta en 1811. A partir de ahí se dedicó a la actividad militar. Formó una milicia de baqueanos que se incorporaron al Ejército del Norte al que le entregó dinero, animales y alimentos además de hospedar en su casa a Castelli y Balcarce, comandantes de dicha fuerza. También organizó un cuerpo de Patriotas Decididos que se incorporaron a las milicias de Güemes. Participó en la batalla de Suipacha y cuando Belgrano se hizo cargo del ejército colaboró activamente actuando en la custodia de la retaguardia del Éxodo Jujeño, destacándose en el enfrentamiento del río Las Piedras. También participó en los triunfos de las batallas de Tucumán y Salta destacándose en esta última por su conocimiento del terreno. Cuando San Martín encomienda a Güemes el cuidado de la frontera norte con el accionar de sus gauchos y la guerra de guerrillas, Gorriti comparte el mando de los 8000 hombres movilizados para esa misión. Fue elegido como diputado por Salta al Congreso de Tucumán, al que se incorporó en las sesiones preparatorias. Tuvo una destacada actuación y fue defensor de las ideas monárquicas, como forma de gobierno. Trasladado el Congreso a Buenos Aires renunció y regresó a Salta donde fue un íntimo colaborador de Güemes, fue elegido senador, cargo que no pudo ocupar por la caída del gobierno central en 1820 y ocupó dos veces el cargo de gobernador interino de Salta en 1819 y 1821, año en que debió organizar una milicia ante una nueva invasión realista, venciendo heroicamente a los españoles en lo que se conoció como el “Día Grande de Jujuy”, el 27 de abril de 1821. Ese mismo año mientras organizaba el cuartel general del Chamical, recibió a Martín Güemes herido de muerte y lo acompañó hasta su deceso el 17 de junio. Nuevamente gobernador de Salta entre 1821 y 1823 y entre 1827 y 1829. En 1831 debió emigrar a Bolivia, y murió en Charcas acompañado por su hermano sacerdote, el 9 de noviembre de 1835, a los 65 años.

FELIPE ANTONIO IRIARTE

Nació en Jujuy en 1759 (sin datos de la fecha). Realizó sus primeros estudios en su provincia y luego se trasladó a Córdoba, donde se doctoró en teología. Continuó sus estudios en Chuquisaca donde se graduó de abogado. Se inició como sacerdote en Perico y luego en Tumbaya (Jujuy). Llegó a Buenos Aires con una importante misión del clero de Charcas y en 1798 se registró en la matrícula de abogados de la Real Audiencia porteña. Conoció a Mariano Moreno a quien apoyó en sus estudios y costeó parte del viaje para que Moreno pudiese estudiar en el Alto Perú. En Charcas, Iriarte fue rector de la Universidad de San Francisco Xavier (Chuquisaca) y gobernador eclesiástico del Arzobispado. Tras la derrota patriota de Sipe Sipe tuvo que retirarse de la zona ocupada nuevamente por los realistas y en 1816 fue elegido diputado al Congreso de Tucumán, por la ciudad de La Plata, incorporándose recién el 6 de septiembre. Fue el redactor del Manifiesto que explicaba el traslado del Congreso a Buenos Aires fechado el 2 de octubre de 1816, mes en que le tocó ser presidente del mismo. Es conocida su memorable oración pronunciada el 25 de mayo de 1817 en presencia del general Belgrano. Más tarde fue elegido diputado por Jujuy al frustrado Congreso de Bustos en Córdoba en 1821, que fracasó por la oposición de Rivadavia. Murió en Córdoba el 13 de agosto de 1821 a los 62 años.

FRANCISCO NARCISO DE LAPRIDA

Nació el 27 de octubre de 1786 en San Juan. Después de estudiar las primeras letras en su provincia pasó a Buenos Aires para continuar en el Real Colegio de San Carlos y posteriormente a Chile donde estudió leyes para recibirse de abogado (en esa época bachiller en cánones, doctor en leyes), en 1810. Participó en reuniones y actividades relacionadas con la posterior emancipación de Chile. En 1811, nuevamente en su provincia, se dedicó a su profesión y a partir de 1812 ocupó distintos cargos en el Cabildo. Colaboró con la formación del ejército de Los Andes, primero suspendiendo el envío de reclutas a Buenos Aires y formando un batallón de 500 hombres costeados por él. Junto al fray Justo Santa María de Oro nucleó a los vecinos para colaborar con San Martín, con el que logró establecer una gran amistad. Cuando en 1815 se eligió a Oro como diputado para representar a San Juan en el Congreso de Tucumán, notaron que la provincia debía enviar, por su población, dos personas con lo cual, se procedió a una rápida convocatoria a elecciones y al haber ganado Laprida, él mismo impugnó el acto por considerar que no habían votado los “cuarteles de los arrabales”. Por fin las autoridades de Cuyo ratificaron la elección y Laprida viajó al Congreso, participando desde el comienzo y por turno se hizo cargo de la presidencia del mismo, el 1 de julio de 1816, teniendo el honor de figurar como Presidente en el Acta de Declaración de la Independencia. Ya en Buenos Aires le tocó también ser vicepresidente del Congreso en agosto de 1817. De regreso en su provincia colaboró con San Martín y con el gobernador Ignacio de la Roza al que intentó salvar la vida cuando fue depuesto y condenado a muerte, ingresando en su celda vestido de sacerdote y le propuso intercambiar la ropa para que de la Roza pudiera escapar. Este no aceptó y posteriormente le conmutaron la pena y lo desterraron. Laprida continuó en la actividad política siendo ministro de gobierno de San Juan y diputado en el Congreso que dictó la Constitución unitaria de 1826. Justamente por su adhesión a este sector político, sufrió la persecución de los federales principalmente de las fuerzas de Facundo Quiroga cuando invadió su provincia. Sufrió prisión por su labor periodística y pasó con su familia a Mendoza. Se incorporó a las fuerzas locales y en un enfrentamiento con los federales, tuvo que huir pero alcanzado en un callejón fue muerto a puñaladas y lanzazos el 22 de septiembre de 1829 a los 42 años.

JOSÉ SEVERO FELICIANO MALABIA (Malavia)

Nació el 15 de mayo de 1787 en Chuquisaca, Alto Perú, actual Bolivia. Estudió en su ciudad y se graduó en la Universidad como doctor en leyes, cánones y teología. Participó en la revolución del 25 de mayo de 1809. Fue elegido diputado por Charcas al Congreso de Tucumán siendo presidente del mismo, ya trasladado a Buenos Aires en julio de 1818 y en noviembre de 1819. Cuando se discutió la forma de gobierno apoyó decididamente la propuesta de Belgrano, apoyando al diputado Thames a favor de la monarquía incaica. Vivió en nuestro país hasta 1825, hasta que se declaró la independencia de Bolivia y regresó a su país ocupando algunos cargos de gobierno, inclusive ministro de la Suprema Corte de Justicia. Luego fue opositor al mariscal Andrés Santa Cruz. Murió en 1849 a los 62 años.

JUAN AGUSTÍN MAZA

El 4 de mayo de 1784, nació en Mendoza, Juan Agustín Maza. Se graduó en la Universidad de Santiago de Chile en 1807 de doctor en derecho civil y en 1810 de abogado. Cuando se produjo la Revolución de Mayo, apoyó incondicionalmente desde Mendoza con encendidos discursos que le valieron el apoyo de gran parte de la población. En 1815 como miembro del Cabildo de su ciudad natal, colaboró con la formación del ejército de los Andes donando gran parte de sus bienes y proponiendo impuestos y contribuciones para sostener la empresa de San Martín. En 1816 fue electo diputado por Mendoza en el Congreso de Tucumán, insistiendo desde un principio en la urgencia de declarar la independencia. En cuanto a los debates por la forma de gobierno se pronunció por el sistema republicano, acompañando las ideas de su colega fray Justo Santa María de Oro. Cuando el Congreso se trasladó a Buenos Aires en 1817, le tocó presidirlo en noviembre de ese año. En 1818 renunció y regresó a su provincia donde continuó con la actividad política ocupando distintos cargos. Partidario del sistema federal, se opuso a los unitarios apoyando y formando parte del gobierno de Juan Corvalán. En 1830 ante el avance de los unitarios al mando de Videla Castillo que respondía a Paz, quien había vencido a Quiroga, Corvalán y un grupo de federales entre los que se encontraba Maza, se dirigieron hacia el sur de Mendoza buscando alianzas con los aborígenes pincheyrinos y pehuenches. El 11 de junio de 1830, en Chacay, en la zona de Malargüe, los hombres del cacique Coleto, asesinaron a todo el grupo, incluido Juan Agustín Maza de 46 años. Recién el 17 de agosto de 1831, fueron llevados los restos de las víctimas de Chacay a la ciudad de Mendoza y enterrados en una sola tumba en la iglesia Matriz.

PEDRO MEDRANO

El 28 de abril de 1769, nació Pedro Medrano, en la isla de Gorriti, Maldonado, Banda Oriental (Uruguay), estudió en el Colegio Monserrat de Córdoba y se recibió de abogado en la universidad de Chuquisaca en 1789. De regreso a Buenos Aires ejerció su profesión y aunque no tuvo participación directa adhirió a la Revolución de Mayo de 1810, partidario de su tío, Cornelio Saavedra. En junio de ese año fue nombrado conjuez de la Audiencia. En 1812 fue electo diputado por Buenos Aires a la Asamblea y esta lo designó triunviro en lugar de Sarratea pero no pudo asumir por el movimiento que produjo la caída del primer triunvirato. En 1814 fue enviado junto a Belgrano en misión diplomática a Europa por la restauración al trono de España del rey Fernando VII. En agosto de 1815 fue elegido diputado por Buenos Aires al Congreso de Tucumán, del que fuera presidente desde su inauguración el 24 de marzo hasta el 2 de mayo de 1816. Tuvo una decidida participación para que se sostuviera económicamente al Ejército del Norte y fue el que propuso en la sesión secreta del 19 de julio que se agregase a la declaración de independencia de la metrópoli (España) “y de toda dominación extranjera” para terminar con los rumores de que se quería entregar el país a Portugal o a Gran Bretaña. No tuvo mayor participación en los debates por la forma de gobierno que debía adoptar el país pero se pronunció contra la monarquía incaica. De regreso en Buenos Aires tuvo activa participación política primero contra Rivadavia y luego decididamente a favor de los federales porteños. En 1827 fue elegido representante a la Legislatura, cargo en el que fue reelecto hasta su muerte. También ocupó diversos cargos en la justicia. Excelente orador y poeta, escribió Carta de Celio a Armesto romance político contra los unitarios. También autor de La Martiniana. Murió a los 71 años, en Buenos Aires, en forma repentina el 3 de noviembre de 1840. Su amigo el gobernador Juan Manuel de Rosas mandó construir un monumento en el cementerio del Norte (Recoleta) donde fue sepultado.

JUSTO SANTA MARÍA DE ORO

Nació en San Juan, el 3 de septiembre de 1772. Estudió en el convento de Santo Domingo y en 1790 se trasladó a Santiago de Chile, donde fue ordenado sacerdote antes de la edad requerida, en 1794 por dispensa del Papa Pio VI. Estudió teología en la Universidad de San Felipe. En 1809 estuvo en España y a su regreso a Chile se pronunció favorable a la revolución. En 1814, desterrado por los españoles, se trasladó a San Juan. Colaboró activamente con San Martin cuando este, se hizo cargo del gobierno de Cuyo y formó el ejército de los Andes. Fue elegido diputado por San Juan al Congreso de Tucumán, donde además de firmar el Acta de Independencia, apoyó decididamente la forma de gobierno republicana contradiciendo el monarquismo de San Martín y Belgrano. En 1817 regresó a su provincia y al año siguiente fue deportado a Chile por el gobernador Luzuriaga, donde cumplió su labor sacerdotal como Prior de la orden de Santo Domingo. En 1825, acusado de conspirar contra el gobierno de Freire, fue enviado a prisión hasta que en 1828 regresó a San Juan donde fue erigido como el primer Obispo de la recién creada diócesis de Cuyo, en 1834. Tuvo una gran oposición de la curia de Córdoba y de Juan Manuel de Rosas. Murió en San Juan el 19 de octubre de 1836 a los 64 años. El doctor Amán Rawson le extrajo el corazón, como era costumbre y fue entregado para su guarda al Colegio de Santa Rosa de Lima en 1886. Sus restos fueron inhumados en la Catedral de San Juan.

JOSÉ ANDRÉS PACHECO DE MELO

Nació el 17 de octubre de 1779, en Salta. Estudió en su ciudad natal donde conoció desde muy joven a Martín Miguel de Güemes. En Córdoba se consagró sacerdote, en 1801, luego de estudiar en el seminario Conciliar de Nuestra Señora del Loreto. Estudió más tarde en la Universidad de Chuquisaca donde se recibió de abogado. Fue cura en Libi-Libi, provincia de Chichas, actual Bolivia y en 1815 por su apoyo al ejército patriota y a las ideas de emancipación fue elegido por esa provincia como diputado para el Congreso de Tucumán, donde además de firmar el Acta de Independencia, defendió la postura de una forma de gobierno de monarquía constitucional. Se opuso al traslado del Congreso a Buenos Aires pero al no prosperar su idea siguió con su diputación siendo presidente del mismo en abril de 1818. Participó en la redacción de la Constitución de 1819 incorporando en el artículo 128 “que los indios, siendo iguales en dignidad y derechos a los demás ciudadanos, gozarán de las mismas preeminencias” y serían regidos por las mismas leyes. Disuelto el Congreso en 1820 y sufriendo prisión como el resto de los diputados por el gobernador Sarratea, al ser liberado se dirigió a Córdoba donde participó en mediaciones de paz entre varias provincias y luego tuvo actividad en la región de Cuyo. Desde 1826 no se conocen mayores datos hasta su muerte, presumiblemente en la provincia de Chichas en 1833.

JUAN JOSÉ PASO

El 3 de enero de 1758 nació en Buenos Aires, Juan José Paso, estudió en los colegios San Carlos y Monserrat de Córdoba y la carrera de derecho en Chuquisaca donde se recibió de abogado en 1791. Ejerció en Lima y regresó a Buenos Aires en 1802 donde fue fiscal de la Audiencia y formó parte del Consulado. En 1806 participó en la destitución del virrey Sobremonte y el nombramiento de Liniers. Tuvo activa intervención en el Cabildo abierto del 22 de mayo de 1810 donde sostuvo la postura de que Buenos Aires era la “hermana mayor” de las provincias y por eso podía actuar en nombre de todas. El 25 de mayo fue nombrado secretario junto con Mariano Moreno de la Primera Junta. Tuvo activa participación en las negociaciones con Elío el representante español en Montevideo, y logró firmar un tratado de paz en 1811, el mismo año en que integró el Primer Triunvirato junto a Chiclana y Sarratea. También formó parte del Segundo junto a Rodríguez Peña y Álvarez Jonte. En 1815 viajo a Chile en misión diplomática y al año siguiente integró el Congreso de Tucumán como secretario, representando a Buenos Aires. Integró la comisión redactora de la Constitución de 1819. Participó en el gobierno de Martín Rodríguez y del Congreso de 1824. Sus últimas actividades políticas datan de 1829. Luego se mantuvo al margen hasta su muerte a los 75 años el 10 de septiembre de 1833 en Buenos Aires. Sus restos fueron enterrados en la Recoleta.

EDUARDO PÉREZ BULNES (Vulnes)

El 12 de octubre de 1785, nació en Córdoba Eduardo Bulnes, estudió en el Colegio de Monserrat, apoyó el movimiento revolucionario de mayo de 1810 ingresando a un regimiento de milicias contrario a la contrarrevolución comandada por Liniers en su provincia. En 1811 fue regidor del Cabildo y formó parte del movimiento en contra del gobernador interino Diego Pueyrredón, reemplazante de su hermano Juan Martín, ya que pretendían a alguien nacido en la provincia. Durante el gobierno de José Javier Díaz fue intendente general de Policía (1814), estos cargos los ocupó mientras hacía frente a la crisis financiera que vivía su madre viuda. En 1816 se incorporó desde la primera sesión al Congreso de Tucumán representando a su provincia. Participó de comisiones y fue protagonista en los debates, sobre todo, en los relacionados con Córdoba. Además de firmar el Acta de Independencia, tuvo una activa participación en el enfrentamiento entre los diputados, que se suscitó cuando se dispuso el traslado a Buenos Aires. Junto con Cabrera se opusieron a los intereses porteños e inclusive Bulnes se mostró partidario de Artigas. Este hecho le costó la separación del Congreso y de regreso en Córdoba se retiró de la política hasta 1824 en que fue elegido junto al Deán Funes diputado por su provincia en el Congreso que sancionó la Constitución de 1826. Nuevamente en Córdoba fue miembro de la Legislatura y participó en las negociaciones, convocado por el Gobernador José María Paz, para evitar el enfrentamiento con las fuerzas de Facundo Quiroga, en Oncativo. Este fracaso, sumado a los viajes empeoró su salud y se retiró en 1830 de la política para recluirse en su estancia de Saldán. Murió en Córdoba a los 65 años, el 3 de marzo de 1851.

JUAN MARTÍN DE PUEYRREDÓN

El 18 de diciembre de 1777, en Buenos Aires, nació Juan Martín de Pueyrredón, inició sus estudios en el Real Colegio San Carlos pero no pudo terminarlos por tener que atender los asuntos comerciales de la familia. En 1795 viajó a Cádiz donde se dedicó al comercio y alcanzó una muy buena posición económica. Regresó en 1804 y tuvo una destacadísima actuación como militar en la reconquista de la ciudad de Buenos Aires cuando fue invadida por los ingleses en 1806. Armó una milicia de voluntarios que enfrentaron al enemigo y fueron derrotados en Pedriel. Luego con sus hombres, luchó junto a Liniers triunfando y expulsando a los invasores. Por sus acciones fue ascendido a coronel. El Cabildo lo envió a España para informar sin intermediarios al Rey Carlos IV quien lo recibió. Le tocó vivir la caída de la monarquía española y la entrada de los franceses, fue en ese momento que se consolidó su idea de independencia, por lo que pasó a Londres para planificar acciones. Al regresar, en Montevideo fue detenido y enviado nuevamente a España pero logró fugarse en Brasil cuando el barco que lo llevaba se averió. Al llegar a Buenos Aires el virrey Cisneros lo detuvo nuevamente y también logró escaparse exiliándose en Brasil, no por mucho tiempo porque regresó sin saber que se había producido la Revolución de Mayo de 1810 y en Buenos Aires tuvo la feliz noticia e inmediatamente se puso al servicio de la Primera Junta que lo nombró delegado en Córdoba, donde instaló una fábrica de pólvora. Luego pasó a Charcas pero la derrota de Huaqui lo obligó a retirarse junto al ejército vencido pero salvando el tesoro del Potosí. Fue jefe del Ejército del Norte hasta la llegada de Belgrano en 1812. Ese año lo eligieron vocal del segundo Triunvirato hasta la disolución de este en 1813. Se retiró a San Luis donde se hizo amigo de San Martín. Volvió a Buenos Aires en 1815 mientras lo elegían diputado al Congreso de Tucumán por San Luis. El 3 de mayo de 1816 fue elegido Director Supremo de las Provincias Unidas, es por eso que no aparece como firmante del Acta de Independencia. Su actuación como Director fue fundamental para la campaña que preparó San Martín desde Mendoza. Además de ser la máxima autoridad ejecutiva del país en el momento de la declaración de la Independencia, realizó una importante obra en lo económico, cultural y en las relaciones exteriores. Renunció en 1819 y fue sucedido por Rondeau. En 1820 se autoexilió en Brasil, volvió en 1823 para tener algunas actuaciones en el Consejo Militar y en la Junta de Guerra (1829). Luego estuvo en Francia, Brasil y nuevamente Europa hasta que en 1849 regresó a su quinta de San Isidro, donde murió el 13 de marzo de 1850, a los 72 años. La noticia pasó inadvertida a pesar de sus antecedentes y su rango de Brigadier General. Sus restos fueron trasladados al cementerio de la Recoleta.

PEDRO IGNACIO DE RIVERA

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