Publicado por:

Publicaciones Faro de Gracia

P.O. Box 1043

Graham, NC 27253

www.farodegracia.org

ISBN 978-1-629461-44-1

Agradecemos el permiso y la ayuda brindada por el Dr. Robert Jones y P & R Publishing, (P.O. Box 817, Phillipsburg, New Jersey, 08865) para traducir y publicar este libro, Uprooting Anger, al español.

© 2005 by Robert D. Jones, Uprooting Anger

© 2018 por Publicaciones Faro de Gracia. Traducción al español realizada por David Runda. Diseño de la portada y las páginas por Francisco Hernandez. Todos los Derechos Reservados.

Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación de datos o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio – electrónico, mecánico, fotocopiado, grabación o cualquier otro – excepto por breves citas en revistas impresas, sin permiso previo del editor.

© Las citas bíblicas, salvo indicaciones al contrario, marcadas NVI se tomaron de la Nueva Versión Internacional, © 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional. Usadas con permiso.

Impreso en Colombia, 2019

CONTENIDO

Agradecimientos

Introducción

¿Qué es la ira?

¿Es realmente justa tu ira?

La raíz de la ira

Arrepentimiento: el camino para desarraigar la ira

Cómo cambiar los comportamientos motivados por la ira: la manifestación del pecado

Cómo cambiar los comportamientos motivados por la ira: el pecado encubierto

La ira contra Dios

La ira contra uno mismo

Cómo ayudar a otros a lidiar con su ira

Por qué debes lidiar con tu ira pecaminosa

Apéndice A

Apéndice B

AGRADECIMIENTOS

Con los agradecimientos puede pasar como con las genealogías del Antiguo Testamento: si tu nombre no está, puede que te las saltes y busques algo más interesante. Pero mis agradecimientos, al igual que las genealogías del Antiguo Testamento, tienen una función muy importante: nos recuerdan a personas reales que Dios conoce y usa.

Doy gracias a Dios por la amada iglesia Grace Fellowship Church de Hurricane, West Virginia, donde serví como pastor desde 1985 hasta el verano de 2004, antes de ir a Southern Baptist Theological Seminary como profesor de consejería bíblica. Tanto la iglesia como los ancianos, Gerald, Fred, Dave, Allen y Danny, me dieron muchísimas oportunidades para estudiar, ministrar y escribir a lo largo de los dieciocho años que pasamos juntos. Este libro surgió de una serie de mensajes sobre la ira y dudo que pueda llegar a olvidar la congregación para la que los preparé en un principio.

Durante casi el mismo número de años, los profesores de Christian Counseling and Educational Foundation (Fundación de Consejería y Educación Cristianas) en Glenside, Pensilvania, han estimulado mi pensamiento bíblico mediante escritos, conferencias y conversaciones privadas. La ayuda de David Powlison ha sido inestimable. Además de disfrutar de sus clases y sus escritos, he podido contar con sus consejos para cada uno de los capítulos del libro y con su supervisión de un proyecto de doctorado anterior. Gracias David, Paul Tripp, Ed Welch y John Bettles por enseñarme a desarraigar la ira pecaminosa de mi vida. Mi mujer también les agradece por darle un mejor marido que el yo era antes de conocerles a ustedes.

Muchos pastores y profesores apreciamos el compromiso de P&R en el área de la consejería bíblica; me siento privilegiado por formar parte del equipo y poder contribuir al número creciente de obras prácticas y cristocéntricas de este movimiento. Doy gracias a Al Fisher por abrir esta puerta y a Tara Davis por dirigir el proyecto y por dirigirme a mí con tanta habilidad y misericordia.

Versiones anteriores de dos de los capítulos del libro se imprimieron como cuadernillos. Gracias, Sue Lutz de CCEF, por tus toques editoriales y por animarme a seguir escribiendo.

Este libro no ha surgido de mi propio intelecto. Doy gracias a los muchos pastores, hermanos y personas con quienes he podido hablar sobre el tema de la ira y que me han dado la oportunidad de aconsejarles y enseñarles. Que ustedes me hayan confiado sus vidas me ha impulsado a escudriñar las Escrituras para tratar sus conflictos desde la perspectiva de Cristo. En las páginas que siguen he cambiado sus nombres y cualquier otro dato que les identifique para proteger a los que aún no han sido glorificados.

Laura, mi esposa, amada y mejor amiga durante más de veintidós años, me ha ayudado de todas las formas previamente mencionadas y de muchas más. Junto con nuestros hijos, Tim y Dan, ha manejado mis estallidos de ira con misericordia y ha aguantado pacientemente las horas que he pasado en la computadora. A lo largo de los años, las verdades que se tratan en este libro nos han ayudado a aprender juntos cómo resolver conflictos matrimoniales y a arrepentirnos de la ira en la vida de nuestra familia.

INTRODUCCIÓN

La abuela Kresge tenía razón. Yo no lo quería admitir en su momento; la obstinación de la adolescencia me lo impedía. Sin embargo, como adulto, ahora lo reconozco. “Bobby” —me solía decir—, tienes que arrancar los hierbajos de raíz, o si no, van a volver a crecer.” Lamentablemente, la abuela tenía razón. Mala hierba nunca muere.

Años más tarde, recién casado, recordé las palabras de la abuela. Teníamos un vecino jubilado, que en mi opinión tenía demasiado tiempo libre, cuyo jardín era impecable. Aunque nunca conoció a mi abuela, conocía la verdad que ella pregonaba: arranca las malas hierbas de raíz o volverán. Todos los días quitaba de raíz los molestos dientes de león. El resultado era un jardín sin hierbajos.

¿Qué tienen que ver estos consejos de jardinería con la ira? Es simple: tienes que arrancar de raíz tu ira pecaminosa o sus malas hierbas volverán. No se va a producir un cambio santo drástico y duradero si no se arrancan las raíces. Los esfuerzos moralistas por ser paciente con tus compañeros de trabajo no van a ser suficientes. Los propósitos, fruto del remordimiento, de dejar de gritarles a tus hijos no van a durar. Tienes que arrancar esas raíces iracundas.

LA BIBLIA Y EL PROBLEMA DE LA IRA

¿Desarraigar nuestra ira pecaminosa es un objetivo realista? ¿Se puede conseguir? La respuesta de Dios en la Biblia es que sí. Este libro habla sobre el Libro, la Biblia, y lo que ésta nos enseña sobre la ira.

En un sentido, la Biblia entera habla sobre la ira. Piensa en los patriarcas del Génesis o en los israelitas del Éxodo. Observa las dinámicas relacionales de los libros de Jueces, Samuel y Reyes. Métete en las luchas de los salmistas. Presta atención a la sabiduría y a los avisos de Proverbios. Siente la pasión de los profetas. Escucha a nuestro Señor en los Evangelios. Mira cómo estalla la ira del rey Herodes. Ve cómo interactuaban Jesús y los líderes judíos. Escucha al apóstol Pablo aconsejar a sus congregaciones. Humíllate ante los reproches de Pedro y de Santiago. De principio a fin, tanto en sus narrativas como en sus preceptos, la Biblia es un Libro que habla de la ira.

Esta realidad hace que nos paremos a reflexionar, pero al mismo tiempo nos da esperanza. ¿Por qué? ¡Porque este libro sobre la ira nos da respuestas para dicha ira! La Escritura les da esperanzas a personas iracundas como nosotros. Esto es una buena noticia porque, como todo consejero con experiencia sabe, casi todos los conflictos relacionales van acompañados de problemas de ira, pero la Palabra de Dios nos da todo lo que nos hace falta para afrontar este problema universal. “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia,” (2 Timoteo 3:16). “Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda” (2 Pedro 1:3).

EL PLAN DE ESTE LIBRO

Este libro es para cualquier lector que reconoce que la ira es algo frecuente en su vida y un problema prevalente en sus relaciones familiares, laborales y en la iglesia. Mi propia experiencia lo confirma; los ejemplos que voy a compartir de mi propia vida y ministerio demuestran lo común que es la ira en nuestras vidas.

Este libro también se propone como un recurso práctico cristo-céntrico para que pastores, consejeros y otras personas dedicadas a ayudar a los demás puedan usarlo en sus ministerios y enseñar a aquellos a quienes sirven. El propósito de este libro es ser una herramienta de consejería bíblica, tanto en ministerios públicos de predicación/enseñanza como privados de discipulado/consejería (las dos partes del ministerio de la Palabra en Hechos 20:20) para ayudar a que las personas que se dejan dominar por la ira puedan cambiar y crecer. “Santifícalos en la verdad; tu palabra es la verdad” (Juan 17:17).

El capítulo 1 presenta un resumen de la enseñanza bíblica sobre la ira y la define como un juicio moral frente a algo que se percibe como malo, y que implica todo el ser de la persona. El capítulo siguiente ofrece criterios prácticos para distinguir la ira justa de la ira pecaminosa, ilustrando la distinción con ejemplos de personajes bíblicos.

El núcleo principal del libro, los capítulos 3 y 4, explora las raíces de la ira pecaminosa y muestra que su causa principal no está en la situación en que uno se encuentra, sino en las creencias y motivos internos de la persona. A continuación se nos ofrece ayuda práctica para arrancar de raíz nuestra ira mala. Los dos capítulos siguientes presentan estrategias para lidiar con formas manifiestas y encubiertas de comportamiento airado.

El capítulo 7 habla del problema de la ira contra Dios, mientras que el capítulo 8 habla de la ira contra uno mismo. Con frecuencia me encuentro con los dos en mi ministerio de consejería. El primero es más común de lo que nos gusta reconocer y suele estar poco definido; el segundo se suele confundir con la necesidad de “perdonarse a uno mismo”.

El capítulo 9 presenta una estrategia ministerial consistente en tres pasos que abordan la situación, el corazón y el comportamiento de la persona. Aunque cualquier lector puede aplicar estos pasos a su propia vida, este capítulo nos ayuda especialmente a ministrar de forma más sabia y compasiva a nuestros amigos y familiares. Primero debemos desarrollar una relación de amor con ellos e intentar comprender tanto a la persona como su situación. En segundo lugar debemos ayudarles a reconocer la causa de su ira pecaminosa y a arrancarla de raíz a través de un cambio en sus creencias y motivos. Por último, debemos ayudarles a controlar y corregir sus expresiones de ira pecaminosa mediante un cambio en sus palabras y acciones.

La intención del último capítulo es motivarnos a un cambio santo según las advertencias y las promesas de Dios. Los lectores verán que meditar en tres razones positivas y tres negativas les ayudarán en esta tarea. Los apéndices examinan un par de textos mal entendidos sobre la ira, Efesios 4:26 y Hebreos 12:15, y ofrecen ejercicios prácticos para crecer y ayudarte a ti y a otros a aplicar las verdades de este libro.

Seas de los que deja que la ira se acumule o de los que deja que estalle, de los que se cierran o de los que explotan, puedes conseguir ayuda bíblica. Jesús murió y resucitó para ayudarte a arrancar de raíz tu ira impía.