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MARK BEYEBACH Y MARGA HERRERO DE VEGA

200 TAREAS
EN TERAPIA BREVE

individual, familiar y de pareja

 

Herder



Diseño de la cubierta y de los iconos del interior: Arianne Faber

Edición digital: José Toribio Barba

© 2010, Mark Beyebach y Marga Herrero de Vega

© 2010, Herder Editorial, S.L., Barcelona

1.ª edición digital, 2016

ISBN DIGITAL: 978-84-254-3826-4

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro de Derechos Reprográficos) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com).

Herder

www.herdereditorial.com

 

2.4.
I
NSTRUCCIONES DE USO

En este apartado explicaremos la estructura y organización de las «fichas de tareas» que componen el grueso de este libro. Antes querríamos insistir en algunas cuestiones, no por obvias menos importantes:

En cuanto a las fichas de tareas propiamente dichas, éste es el significado de cada uno de sus elementos.

Nombre de la tarea:

Cuando se trata de tareas recogidas de la literatura, procuraremos mantener el nombre con que aparecen (por ejemplo «Divulgar en vez de ocultar»). Si hemos «rebautizado» la tarea (por ejemplo «La caja de caricias», que en principio se llamaba «La caja de los elogios»), lo indicaremos en el apartado de «Fuentes».

Formato:

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Simplemente, indica si se trata de una tarea adecuada para el trabajo individual o si está pensada para un formato conjunto.

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Naturaleza:

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Las tareas directas son aquellas que se sugieren para que el consultante las haga.

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Las paradójicas pretenden en realidad que no pueda llevarlas a cabo.

Tipo de actividad:

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Las tareas para pensar solamente piden al cliente observar o fijarse en algo, pensar o reflexionar.

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A las tareas que implican una actuación externa (por ejemplo, lanzar una moneda y si sale cruz hacer algo diferente) les asignamos este icono.

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Son tareas que implican hacer algo en interacción con otras personas (por ejemplo, una discusión estructurada en la pareja).

Incluimos las tareas que implican escribir («La carta para los días de lluvia»; «Cartas curativas»…) entre las tareas de pensar.

Dificultad:

El grado de dificultad de una tarea depende en realidad de quiénes sean los consultantes, de su disposición a seguir nuestras propuestas y del momento de la terapia. Sin embargo, pese a todos estos condicionantes, sí hay tareas que en principio resultan más fáciles de emprender para casi cualquier persona (como, por ejemplo, las tareas directas de pensar) y otras que suelen resultar más difíciles (como la mayoría de las tareas paradójicas de «hacer», o las tareas muy elaboradas).

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Indicamos el grado de dificultad de la tarea (de 1 a 5) mediante una escalera, sombreando el número correspondiente de sus peldaños.

Las tareas con una dificultad de 1 o 2 no suelen exigir que el terapeuta las justifique. Las tareas con una dificultad de 4 o 5 requieren normalmente cierta explicación y conviene preparar bien cómo y cuándo se proponen.

La etapa de cambio:

Desde el punto de vista del modelo de cambio de Prochaska y DiClemente, la intervención debe ajustarse a la etapa de cambio en que está la persona. Nosotros entendemos también que ciertas tareas exigen que el cliente se halle en determinada etapa de cambio, y no son adecuadas si está en otra. Las cuatro etapas de cambio que nos parecen relevantes a estos efectos son: contemplación (la persona percibe un problema, pero es ambivalente respecto de si enfrentarse o no a él), preparación (la persona está ya dispuesta a empezar a actuar para enfrentarse al problema), acción (la persona está actuando respecto de su problema), mantenimiento (la persona está centrada en mantener el esfuerzo y evitar las recaídas). No disponemos de tareas específicas cuando el sujeto está ya en recaída. La etapa de superación no requiere lógicamente tareas y en la de precontemplación en principio no son indicadas.

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Las fases a las que en principio se ajusta la tarea irán sombreadas en el dibujo. No distinguimos fases de cambio en los tareas de duelo.

Fase de la terapia:

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Tareas adecuadas para primera(s) entrevista(s).

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Tareas para las sesiones intermedias.

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Tareas diseñadas para el cierre de la terapia.

Lugar de realización:

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Hay tareas propuestas para ser realizadas fuera de la consulta, en el espacio entre sesiones. A estas «tareas para casa» corresponde el símbolo que figura al lado de estas líneas.

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Otras son en realidad ejercicios que se enseñan en la consulta y que luego se practican fuera, o «experimentos» que se hacen cambiando in situ la interacción de la familia o la pareja; a éstas les asignamos ese icono.

Filiación de la tarea:

La mayoría de las tareas que describimos en este libro proceden de algún modelo de psicoterapia. Casi todas ellas pueden remitirse a la terapia centrada en las soluciones11 (TCS), la terapia estratégica (estratégica), la terapia narrativa (narrativa) o la terapia familiar estructural (estructural). Hay también tareas que se sitúan en la línea de la terapia cognitivo-conductual (cognitivo-conductual) y de la psicología positiva (PP). Las tareas que no proceden de ninguno de estos modelos quedan etiquetadas con «otros».

Descripción:

Aquí explicaremos los elementos básicos de la tarea.

Indicaciones:

En este apartado señalaremos en qué situaciones es adecuada esa tarea, así como su intención o finalidad. Si hubiera alguna contraindicación, la recogeríamos también. De todas formas, las indicaciones que aportemos no deben considerarse cerradas, ya que en realidad muchas de las tareas que describiremos para unos casos son también utilizables con otros problemas y para otras situaciones.

A tener en cuenta:

Aquí describiremos qué conviene tener en cuenta al plantear la tarea y si hay alguna cuestión que haya que considerar respecto de cómo o cuándo darla.

Variantes:

En este apartado se propondrán, sin ánimo de ser exhaustivos, algunas posibles variaciones sobre la tarea descrita. Si solemos combinar la tarea en cuestión con alguna otra, lo recogeremos también aquí.

Fuente:

Aquí informaremos sobre el texto del que procede la tarea o sobre la persona de la que la hayamos aprendido.

 

11 Incluimos en TCS también algunas tareas hipnóticas centradas en las soluciones desarrolladas por Yvonne Dolan (1991, 2001) y Luc Isebaert (2005).

 

LA SEPARACIÓN CURATIVA

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Descripción:

Se trata de proponer a la pareja una separación de tres meses como una forma de reconquistar al otro y recomenzar la relación sobre unas nuevas bases. Esta manera de trabajar conlleva dos reglas fundamentales: por un lado, ambos tienen que comprometerse a no mantener relaciones sexuales ni íntimamente emocionales con terceros. Y, por otro, es necesario que vivan en casas separadas. La tarea consiste en actuar como si fueran novios, llamarse, organizar citas, hacerse regalos, escribirse mensajes o mandarse cartas, ir al cine, a cenar… Después de cada cita, cada uno vuelve a su casa y recoge en un diario los sentimientos que experimenta respecto al otro y a la situación. Pasado un tiempo (dependiendo de cada pareja) estarán preparados para tomar una decisión.

Indicaciones:

«La separación curativa» es una especie de «último cartucho» para aquellas parejas que llevan tiempo en crisis, pero no se atreven a dar el paso de la separación y quieren intentar mejorar. Es una manera de analizar por separado cómo están en la relación y fuera de ella.

A tener en cuenta:

Para prescribir esta tarea ambos tienen que comprometerse a cumplir las normas y ambos deben querer luchar por la relación. Si no, se corre el riesgo de que mientras uno está intentando mejorar la situación, el otro aproveche la separación para que le resulte más fácil la ruptura.

Durante la «Separación curativa», se organizan entrevistas individuales de la terapeuta con cada uno de los miembros, en las que se revisan los diarios.

Fuente:

Aprendimos este procedimiento de Annette Kreuz (2007).

 

ESTAR «DENTRO DE UNA BURBUJA»

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Descripción:

Se propone a cada miembro de la pareja que cuando a uno de los dos le apetezca tener un espacio de intimidad y ser respetado por el otro se ponga un sombrero y permanezca con él puesto hasta que desaparezca la necesidad de aislamiento.

Indicaciones:

Sirve para aquellas parejas en que no se respeta la necesidad de un espacio personal y que pretenden que el otro esté siempre disponible para hablar. De todas formas, hay que tener cuidado de que esta tarea no sea utilizada como una forma de evitar tratar ciertos temas.

Variantes:

Se puede poner un límite temporal a la utilización del sombrero. Lógicamente, es posible convenir cualquier otra señal externa para indicar que se está «dentro de una burbuja»: banderas, chapas, pañuelos…

Fuente:

Esta tarea se basa en los planteamientos de la terapia de parejas cognitivo-conductual (Costa y Serrat, 1976). Annette Kreuz habla de la necesidad y conveniencia de «estar en la pecera».

 

DOS ELOGIOS POR CADA CRÍTICA

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Descripción:

Se sugiere a la persona que critica constantemente a su pareja que a partir de un momento dado cada vez que vaya a criticar una conducta de su cónyuge primero haga dos comentarios positivos sobre ella.

Indicaciones:

Esta tarea se propone a parejas que constantemente está criticándose, como una forma de interrumpir el patrón de descalificaciones mutuas. Además, es una invitación a buscar aspectos positivos en la otra persona.

Variantes:

Esta tarea también puede emplearse con padres e hijos. Puede ser necesario ir aumentando la proporción, pasando de dos elogios por cada crítica a tres o incluso cinco elogios por cada una.

Fuente:

La investigación de John Gottman sobre la proporción de intercambios positivos e intercambios negativos en parejas en conflicto fue nuestro punto de partida para esta tarea (Gottman, 1994).

 

HABLAR Y ANDAR COGIDOS DE LA MANO

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Descripción:

Se propone a la pareja que comenten su problema andando. Primero habla uno en primera persona sobre lo que siente y piensa al respecto, con los ojos cerrados, mientras el otro escucha y lleva de la mano a su compañero como si éste fuera ciego. Después se intercambian los papeles.

Indicaciones:

Cuando las discusiones en la pareja son destructivas, esta tarea abre nuevas opciones al establecer un contexto de conversación diferente, que además crea una experiencia emocional de confianza.

Fuente:

Adaptamos esta tarea de una intervención de Emilio Gutiérrez.

 

LAS BALAS

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Descripción:

Explicamos a la pareja que sus enfrentamientos y faltas de acuerdo son una especie de guerra y que, como todos sabemos, las guerras se libran, entre otras cosas, con pistolas cargadas con balas y soldados provistos de chalecos antibalas. Nosotros les daremos a cada uno seis balas y tres chalecos simbólicos. Es decir, cada uno tiene seis posibles peticiones que puede hacer a su pareja (las balas) y tres posibilidades de rechazarlas (los chalecos antibalas).

Cada bala consiste en la expresión clara y directa de un deseo, por ejemplo: «Quiero que este domingo comamos en casa de mis padres». Cuando uno de los dos «dispara» debe dejar claro al otro que se trata de una de las balas concedidas en la consulta («Esto es una bala»). El otro puede responder afirmativamente y aceptar la petición, o negarse a ella utilizando uno de sus «chalecos antibalas».

Indicaciones:

Esta tarea es una forma lúdica de gestionar los desacuerdos de baja intensidad, especialmente cuando a los miembros de la pareja les cuesta negociarlos de forma explícita.

A tener en cuenta:

Suele ser necesario hacer hincapié en que deben de gastar todas sus balas hasta la sesión siguiente. No vale utilizar siempre la misma bala (formular la misma petición) hasta que el otro no tenga más remedio que aceptarla. Conviene que cada uno lleve un registro por escrito de las balas y los chalecos utilizados, para ayudar después a recordar lo ocurrido respecto a la tarea durante la puesta en común en la siguiente sesión. Esta puesta en común es una parte importante de la prescripción, ya que suele ser generadora de nuevos significados y posibilidades.

Fuente:

Aprendimos esta tarea de Esther Pérez Opi y Jose Ramón Landarroitajáuregui.

 

QUEJAS Y ANHELOS

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Descripción:

Explicamos a la pareja que con frecuencia bajo sus quejas se esconde un anhelo, es decir, que se quejan porque en realidad desean algo bueno o curativo en su relación. Por ejemplo:

Se les sugiere que en casa elaboren cada uno una lista de algunas de las quejas que suelen escuchar del otro y escriban una frase que exprese cuál es el anhelo que creen que subyace a la crítica. La lista puede comentarse en la sesión siguiente.

Indicaciones:

Cuando las quejas mutuas no pueden resolverse de forma más sencilla mediante la negociación, esta tarea permite pasar a un nivel de mayor carga emocional.

A tener en cuenta:

Puede ser necesario practicar la reconversión de las quejas en anhelos con algunos ejemplos durante la propia sesión.

Fuente:

Hemos adaptado esta tarea de John M. Gottman (Gottman y Silver, 2000).

 

UN EURO POR INSULTO

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Descripción:

Se pide a la pareja que cada uno coloque una hucha en un lugar visible de la casa. Cada vez que un miembro de la pareja insulta al otro debe meter un euro en el bote de su cónyuge. Pasada una semana se recuentan los euros. El que más euros tenga (el que más insultos ha recibido) puede gastar en lo que quiera el contenido de ambas huchas. En caso de empate se amplía el tiempo de recuento.

Indicaciones:

Sugerimos esta tarea a parejas que llegan con facilidad a los insultos y que afirman que les cuesta «controlarse».

A tener en cuenta:

Normalmente no proponemos esta tarea aislada, sino en combinación con alguna otra que promueva formas más constructivas de discusión.

Si solo insulta uno, lógicamente propondremos un único bote.

Fuente:

Desarrollamos esta tarea como una manera más de bloquear las escaladas de violencia simétricas contraproducentes en la pareja.

 

ZONAS ROJAS

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Descripción:

Se propone a la pareja que busquen y elijan dentro de su casa «zonas rojas», lugares de su hogar donde nunca se les ocurriría discutir (la bañera, una mesa, en la despensa). La tarea consiste en que a partir de ese momento sólo pueden discutir en esos lugares marcados. Si la discusión ya ha comenzado, entonces el que primero se dé cuenta para y le recuerda a su compañero que tienen que desplazarse hasta una «zona roja».

Indicaciones:

Indicada para parejas en crisis con discusiones constantes o que llegan a altos niveles de escalada de reproches. Esta tarea les ayuda a cortar la discusión modificando el contexto espacial en que tiene lugar.

Fuente:

Esta tarea está en la línea de las intervenciones ericksonianas de perturbación de la pauta problema que se utilizan en terapia estratégica (Fisch et al., 1982) y que en sus primeros escritos retomaron algunos autores centrados en las soluciones (De Shazer, 1986; O’Hanlon y Weiner-Davis, 1989).

 

DISCUTIR SALTANDO EN LA CAMA

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Descripción:

Sugerimos a la pareja que cuando esté discutiendo y uno de los dos perciba que la discusión se está yendo de las manos, pronuncie las palabras «salto de cama», se suba a la cama y comience a saltar. Si su compañero quiere seguir con la discusión tiene que imitarlo. Si no se sube también a saltar a la cama, la discusión no se continúa.

Indicaciones:

Esta propuesta es una buena opción para parejas cuyas discusiones tienden a salirse de tono.

Variantes:

Se puede sugerir que además de saltar en la cama lo hagan en ropa interior o desnudos: él con un sombrero y ella con un lazo en la cabeza, etcétera.

Fuente:

Se trata de otro ejemplo de intervención sobre la secuencia problema, en este caso propuesta por Esther Pérez Opi y José Ramón Landarroitajáuregui (1995).

 

EL 1 POR CIENTO DE LA RAZÓN

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Descripción:

Se plantea a ambos miembros de la pareja que durante las discusiones cada uno se fije en el 1 por ciento de razón que como mínimo tiene el otro. La tarea consiste en descubrir ese porcentaje.

Indicaciones:

Se utiliza con personas que durante sus discusiones siempre creen llevar toda la razón. Admitir que haya un 1 por ciento de razón del otro contribuye a flexibilizar la perspectiva y empezar a ponerse en el lugar del otro.

Variantes:

Para intensificar el efecto puede pedirse a cada uno que vaya apuntando el 1 por ciento de razón del otro.

Fuente:

Esta tarea se basa en la tradición de los entrenamientos en comunicación en parejas (Costa y Serrat, 1976).

 

CAPÍTULO 3

TAREAS
GENÉRICAS

En este capítulo recogemos una serie de tareas de amplio espectro, que pueden emplearse en gran variedad de situaciones. Todas ellas son relativamente fáciles de llevar a cabo y no tienen en principio contradicciones. Hablamos de tareas «genéricas», porque no están indicadas para un tipo de problema o situación en particular. Por ejemplo, podemos emplear «Las tres preguntas para una vida feliz» tanto trabajando con una persona con un problema de toxicomanía como interviniendo en un problema de pareja o apoyando a una persona en un proceso de duelo.

Entendemos estas tareas como «llaves maestras» que pueden emplearse sin una evaluación previa ni de las interacciones positivas ni de los patrones problemáticos, al igual que en medicina familiar la prescripción de hacer ejercicio moderado o seguir una dieta equilibrada tiene en principio pocas contraindicaciones.

 

LA DISCUSIÓN ESTRUCTURADA

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Descripción:

Se le propone a la pareja una forma estructurada de hablar sobre sus problemas. El ejercicio se practica dos días por semana, con un reloj o despertador encima de la mesa. Para decidir quién empieza lanzan una moneda al aire. El primero en hablar expondrá durante diez minutos su lista de agravios, mientras el otro se limitará a escuchar. Pasados los diez minutos, esa persona cesará de hablar, cediendo el turno a su pareja, que consumirá su tiempo exactamente de la misma manera. El día siguiente empieza la otra persona.

Indicaciones:

Esta tarea está indicada para parejas que constantemente discuten sobre los mismos temas, sin llegar nunca a una solución. El objetivo principal es introducir claridad en esta situación confusa, pero puede funcionar también de forma paradójica, por saturación. Si hay riesgo de violencia, la tarea está contraindicada.

A tener en cuenta:

Conviene insistir en que quien hable en segundo lugar no debe responder a las acusaciones de quien habló primero, sino plantear sus propias quejas. Lo dicho durante el ejercicio, y el ejercicio mismo, no podrá comentarse ni antes ni durante ni después de finalizado.

Variantes:

En cada discusión estructurada, puede haber varias rondas de intervenciones, siempre que se marquen de antemano. En este caso, puede darse un matiz más psicoeducativo a la tarea, proponiendo que cada miembro de la pareja haga, antes de expresar sus puntos de vista, un pequeño resumen de lo que entendió que le dijo el otro.

Fuente:

Esta tarea fue propuesta originalmente por Steve de Shazer y su equipo, cuando aún trabajaban en una línea más estratégica que centrada en las soluciones (1982).

 

TIEMPO FUERA

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Descripción:

Se explica a los miembros de la pareja que, en cuanto en el transcurso de una discusión uno de los dos perciba que él mismo o su pareja se están «calentando», haga la señal de «tiempo fuera» (una «T» con las manos) y abandone inmediatamente la habitación. La otra persona no debe ni seguirle ni impedirle que se vaya. Cuando quien se fue sienta que se ha calmado (si lo que percibió es que se excitaba la otra, cuando crea que tal vez se haya calmado) puede volver a la habitación. Si desea retomar el tema de conversación puede hacerlo, pero debe antes reconocer «El 1 por ciento de razón» que tenía su pareja. Si cualquiera de los dos vuelve a descontrolarse, se repite el procedimiento.

Indicaciones:

Se recomienda en casos de parejas cuyas discusiones son tan intensas que no pueden encauzarse con la tarea de «La discusión estructurada». «Tiempo fuera» corta la discusión antes de que se llegue a un punto en que se produzca una agresión verbal o física. Si se trata de violencia de género (es decir, la violencia no es recíproca ni simétrica, sino un ejercicio de dominación de uno sobre otro), esta tarea está contraindicada.

A tener en cuenta:

Cuando haya riesgo de que se llegue a agresiones físicas, «Tiempo fuera» seguramente resulte insuficiente y habrá que acompañarlo de medidas específicas contra la violencia.

Hay que hacer hincapié en que esta tarea no sea utilizada como una forma más de agredirse; para ello es importante que quede claro que el gesto de la «T» es una manera de proteger la relación, no de echar al otro de la habitación.

Para una persona que se enardece mucho en las discusiones no siempre es fácil darse cuenta de su propio estado de excitación. Puede ser necesario un trabajo previo para que aprenda a leer el «termómetro» de su propia activación. De hecho, el «termómetro» puede convertirse en una tarea en sí misma, previa a que empiece a aplicarse «Tiempo fuera».

Fuente:

Esta intervención es un clásico del trabajo con parejas en que hay riesgo de violencia. La aprendimos de Pepe Navarro (1992).

 

RITUAL DE CONGELACIÓN

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Descripción:

Se indica a la pareja que busquen por separado un símbolo u objeto que les recuerde el tema de discusión. Cuando lo hayan hecho, los ponen en común comentando por qué los han elegido. A continuación, colocan los elementos seleccionados en un recipiente con agua y lo meten en el congelador. La próxima vez que surja una discusión sobre el asunto deben dejar de discutir, ir al congelador y sacar el recipiente. Durante el tiempo que dure la descongelación, se les propone hablar sobre los puntos fuertes y cualidades positivas de su relación. Una vez que se hayan descongelado los objetos, pueden, si quieren, continuar con la pelea por el asunto conflictivo.

Indicaciones:

El «Ritual de congelación» está indicado cuando lo que motiva las discusiones en la pareja es siempre un mismo tema, que se plantea de forma repetitiva y, además, no tiene solución (por ejemplo, un agravio como una infidelidad pasada; una mala decisión que se tomó en su momento, etcétera).

Esta propuesta no resulta adecuada cuando un miembro de la pareja quiere tratar un tema y el otro nunca le da la oportunidad para ello, ya que en este caso la tarea supondría aliarse con quien está evitando hablar y alienar a quien sí quiere hacerlo.

Variantes:

Hay una tarea similar que utilizamos con personas que tienen problemas de alcoholismo. En este caso se trata de pedirles que tengan una bebida alcohólica conservada en el congelador, y que si sienten el impulso de beber esperen a que se descongele.

Fuente:

Esta tarea fue desarrollada originalmente por Evan Imber-Black (1991).

 

EL VASO DE AGUA

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Descripción:

Se pide a la persona que desconfía de su pareja que a diario, antes de que ésta llegue a casa, ponga encima de la mesa un vaso con tanta agua como desconfianza haya sentido durante esa jornada. Al llegar su pareja tiene que bebérselo de un trago sin hacer ningún comentario ni hablar del tema.

Indicaciones:

Esta tarea metafórica está indicada para parejas en que uno de los miembros ha superado una adicción, pero el otro sigue desconfiando de su recuperación.

A tener en cuenta:

Solemos definir que una buena parte de la desconfianza en realidad no es tal, sino una forma de mantener «la guardia alta» y ayudar a evitar posibles recaídas. Lo que se bebe en el vaso simboliza la parte destructiva y poco útil de la desconfianza.

 

LA INTERFERENCIA

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Descripción:

En una sesión conjunta se pide a la persona «acusada» que cuando llegue a casa simule alguna de las conductas de las que se le acusa (por ejemplo, actuar como si estuviera borracho o drogado, o como si hubiera estado con otra persona).

Indicaciones:

Esta tarea se dirige a perturbar el círculo vicioso que a menudo se produce entre «acusador» y «acusado» en torno a temas como la bebida, las drogas o las aventuras extraconyugales: cuanto más trata el acusado de comportarse con normalidad para demostrar que la acusación es infundada, más sospecha el acusador que están ocultándole algo. La interferencia anula el valor informativo de la conducta del acusado y deja al acusador sin forma de discriminar si el acusado está o no fingiendo.

A tener en cuenta:

Esta intervención deja desarmado al acusador, de ahí que sólo es procedente si ambos miembros de la pareja reconocen (o la terapeuta tiene muy claro) que las acusaciones son realmente infundadas.

Fuente:

La interferencia es una de las «tácticas específicas» descritas por Richard Fisch y sus colegas del MRI de Palo Alto (Fisch et al., 1982).

 

PONER A DIETA LOS CELOS

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Descripción:

Proponemos a la persona que está bajo sospecha que cada vez que la otra se disponga a interrogarla, vigilarla o restringir sus actividades fuera de casa se niegue a ello, diciendo «Te quiero mucho, pero no deseo engordar los celos». La persona celosa deberá también poner en marcha alguna alternativa a las conductas controladoras.

Indicaciones:

«Poner a dieta los celos» se dirige a bloquear el patrón interaccional que se suele establecer entre una persona celosa y su pareja, en el que los intentos de aplacar a la persona celosa en realidad van dando cada vez mayor poder a ésta sobre la relación. Es una tarea más directa y colaborativa que la de «Interferencia».

A tener en cuenta:

Antes de plantear la tarea, revisamos en sesión con la pareja qué conductas de ambos alimentan (refuerzan) los celos. Por parte de la persona celosa, probablemente refuercen los celos conductas como interrogar al otro, registrar sus ropas, revisar su móvil o tratar de restringirle ciertas actividades. Por parte de la persona bajo sospecha, las conductas que seguramente estén alimentando los celos sean dar cuenta de todos sus movimientos, dejarse registrar la ropa o el móvil, renunciar a ciertas actividades, etcétera.

Esta tarea es tremendamente eficaz cuando conseguimos que ambos trabajen conjuntamente en contra de los celos. Para ello es necesario «ganarnos» sobre todo a la persona celosa.

Variantes:

Esta tarea puede combinarse con la de «Interferencia».

Fuente:

Creamos esta tarea desde una lógica MRI, tras observar una y otra vez cómo las conductas con que la persona bajo sospecha pretende aplacar al acusador en realidad funcionan como soluciones intentadas ineficaces.

 

CUADERNO DE PREGUNTAS

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Descripción:

A la persona que sufre los celos se le propone elaborar una lista lo más larga posible con todas las preguntas que se le ocurran acerca de lo que motiva sus celos. Éstas deben contener todas las dudas y sospechas que tenga. No importa que repita alguna de las preguntas o que sólo cambie algún mínimo matiz. Una vez confeccionada la lista, se le pide a la pareja que elijan un momento al día (entre treinta y sesenta minutos) para hablar sobre ella: uno pregunta y el otro contesta. Pasado ese tiempo no pueden volver a hablar más del asunto. Si se acaban las preguntas antes de hora, deberán volver a empezar por la primera. Esto lo repiten todos los días.

Indicaciones:

Utilizamos esta tarea cuando el componente obsesivo de los celos lleva a que la tarea de «Poner a dieta los celos» no funcione. Con esta prescripción del síntoma buscamos un efecto de saturación.

Variantes:

Podemos acentuar el carácter paradójico de esta tarea animando a la persona bajo sospecha a que añada preguntas a la lista de la persona celosa.

Fuente:

Descubrimos esta tarea en una publicación de Esther Pérez Opi (2004).

 

AGRAVIOS Y DESAGRAVIOS

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Descripción:

Cada miembro de la pareja elabora una lista de las situaciones en que se ha sentido agraviado por el otro. Al lado de cada agravio, escribirá qué acto concreto de desagravio de su pareja serviría para poder «pasar página». La lista es personal. Durante la sesión siguiente se comentan las dos listas y se planea cómo llevar a cabo los desagravios.

Indicaciones:

Recurrimos a esta tarea cuando la pareja ha mejorado en su interacción presente, pero sigue sufriendo los efectos negativos de daños pasados que han quedado enquistados en la relación.

A tener en cuenta:

Los actos de posible desagravio deben ser concretos y específicos. Puesto que no siempre es fácil para la persona que se siente agraviada encontrar qué sería un buen desagravio, suele ser necesario dejarle un tiempo para pensarlo. Si cualquiera de los dos entiende que no hay desagravio posible para un agravio dado, trabajaremos individualmente con la persona a qué conclusión le lleva eso. A veces, proponemos nosotros un «ritual de expiación».

Fuente:

Esta tarea también es una propuesta de Esther Pérez Opi y José Ramón Landarroitajáuregui.

 

RITUAL PARA PASAR PÁGINA

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Descripción:

Se propone a la pareja elaborar un ritual simbólico para «pasar página» en sus conflictos irresolubles. Empezamos pidiendo que cada uno por separado busque símbolos que representen esos conflictos. Durante la sesión, se fomenta un diálogo acerca del significado que esos símbolos tienen para cada miembro de la pareja. Después, se les indica que en casa piensen de cuáles de esos objetos o partes de ellos quieren desprenderse y cuáles creen que todavía deben conservar un tiempo. En la siguiente sesión, se comentan sus conclusiones. A continuación, se les sugiere que cuando se encuentren preparados se deshagan de forma ritual de esos objetos, enterrándolos, incinerándolos, arrojándolos al mar, etcétera.

Indicaciones:

Esta tarea sirve para abordar conflictos irresolubles sobre asuntos no resueltos del pasado. Solemos emplearla a fin de trabajar aquellos conflictos que no han podido ni resolverse en terapia ni superarse mediante la tarea de «Agravios y desagravios».

Fuente:

Recogimos esta tarea de una revisión de rituales terapéuticos realizada por Inmaculada Ochoa de Alda (1996).

 

5.3.
I
NTIMIDAD Y SEXUALIDAD

Las relaciones eróticas12 constituyen una parte importante del contenido de una terapia de pareja exitosa. Por una parte, porque suelen resultar afectadas cuando entre los integrantes de la pareja existen dificultades en otros niveles. Por otra, tal vez aún más importante, porque la erótica de la pareja es fuente de experiencias e interacciones positivas y un importante recurso para el cambio.

Por este motivo, incluimos por sistema la dimensión erótica en nuestras terapias de pareja, incluso aunque nuestros consultantes tal vez se muestren inicialmente un tanto remisos a hablar de su vida sexual. Dedicaremos esta sección a presentar algunas tareas sencillas que pueden ayudar a las parejas a mejorar sus relaciones sexuales. Para el tratamiento de problemas específicos como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz, el vaginismo o la anorgasmia remitimos a los protocolos de terapia sexual que han venido desarrollándose desde los años setenta (Masters y Johnson, 1970; Kaplan, 1975).

 

12 Preferimos utilizar este término al más extendido pero impreciso de «relaciones sexuales».

 

LA CARTA DE DESPEDIDA

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Descripción:

Solicitamos a la persona que escriba una carta de despedida a su problema en la que, tras agradecer los servicios prestados, detalle las razones por las que quiere prescindir de él. Por ejemplo:

«Querida bulimia:

Ésta es una carta de despedida. que a lo largo de estos cuatro años me has hecho mucha compañía e incluso me has hecho creer que eras mi mejor amiga, pero me he dado cuenta de que ya no tienes nada que aportarme. Al contrario, ahora veo cómo te has interpuesto entre mis padres y yo, cómo me has llevado a alejarme de mis amigas y de cómo eres en parte la responsable de que rompiera con Carlos. En estos años me has estado chupando la sangre, robándome mucha energía, haciendo que dedicara muchísimas horas a ti y a tus rollos con la comida. Incluso has conseguido que fuera peor en los estudios y que dudara sobre mi carrera. (…) Estoy harta. Quiero volver a disfrutar de mi vida, recuperar a mis amigas, llevarme bien con mi familia. Quiero poder levantarme por la mañana sin agobiarme por lo que comeré o no ese día, disfrutar de las cosas que hago, poder salir y pasármelo bien, concentrarme en los estudios. (…) Pero sobre todo, quiero volver a SER YO MISMA. Por eso te digo: HASTA NUNCA».

Indicaciones:

Empleamos esta tarea para motivar a los consultantes para el cambio, y está indicada en todos aquellos casos en que la persona se halla en situación ambivalente, en fase contemplativa, porque, por un lado, desea superar su problema, pero, por otro, teme las consecuencias negativas de enfrentarse a él.

A tener en cuenta:

Esta tarea resulta más fácil para el consultante si durante la sesión se ha externalizado el problema, convirtiéndolo en un enemigo externo («la bulimia», «el agobio», «los nervios»…) contra el que luchar.

Variantes

«La carta de despedida» no sólo puede servir en los momentos iniciales de la terapia, puesto que también es un buen recordatorio de las razones que la persona tiene para cambiar. En ese sentido, puede ser útil incluirla dentro de «La caja de recursos» descrita más abajo (pág. 106). Otra opción es pedir a la consultante que todos los días copie a mano el último párrafo de su carta.

A veces, planteamos la carta, no como de despedida, sino como una «Carta de despido» o incluso como una «Declaración de guerra».

Fuente:

Esta tarea narrativa fue propuesta por Michael White y David Epston (1980).

 

FOMENTANDO LAS FANTASÍAS ERÓTICAS

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Descripción:

Sugerimos a la persona que ponga en marcha todo aquello que le lleve, le haya llevado o piense que pudiera llevarle a sentirse potencialmente excitada. Es posible proponer opciones como:

Indicaciones:

Esta prescripción se utiliza con personas que se quejan de falta de deseo.

A tener en cuenta:

Conviene, en sesión, desmitificar la idea de las fantasías como deseos insatisfechos, o de que se han de llevar a la práctica. En el terreno de la fantasía la libertad no está sometida a los límites que nos impone la plausibilidad de la práctica erótica. Las fantasías no tienen por qué ser saludables, ni lícitas ni correctas, sólo fantasías.

Fuente:

Aprendimos esta tarea de Chema Rodríguez de Castro (2003).

 

DIARIO DE PENSAMIENTOS ERÓTICOS

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Descripción:

Se le pide a la consultante que escriba un diario personal sobre los los pensamientos eróticos que tiene durante el día. A continuación, se le sugiere que elija uno de esos pensamientos y que lo desarrolle en su imaginación en forma de película, cómic… Un paso más es que lo escriba o dibuje.

Indicaciones:

Esta tarea se propone a personas con ausencia de deseo y con dificultades para fantasear. La recomendamos después de haber realizado la tarea de estimulación de los deseos eróticos.

A tener en cuenta:

Si la persona comenta que carece de pensamientos eróticos durante todo el día, puede sugerírsele, por ejemplo, que imagine diferentes encuentros sexuales excitantes para ella y que escriba en su diario sobre dichos encuentros. Tal vez sea útil contar con bibliografía sobre fantasías sexuales de donde tomar ideas. La recomendación de películas, relatos o novelas eróticas (sin darles pistas o expectativas de excitación) constituye en sí misma otra tarea que completa y refuerza este diario de pensamiento sexuales.

Fuente:

Esta tarea es una adaptación narrativa que hemos hecho del trabajo con fantasías eróticas.

 

FOCALIZACIÓN SENSORIAL

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Descripción:

Se sugiere a la pareja que realice el siguiente ejercicio:

«Desde hoy hasta la próxima vez que nos veamos os proponemos que vuestros contactos sexuales sigan unas pautas diferentes a las de ahora. Durante el ejercicio, queda totalmente prohibido el coito. Decidiréis de antemano el día o la noche en que vais a empezar este experimento. Al llegar al dormitorio ambos os desnudáis y os tumbáis en la cama. Es importante que haya luz suficiente para veros, tendréis que decidir si usar velas o bombillas tamizadas. Una vez desnudos, podéis lanzar una moneda para ver quién comienza. A continuación, seguid estas pautas:

Es importante que hagáis este ejercicio al menos tres veces desde hoy hasta la próxima vez que nos veamos».

Indicaciones:

Cuando hay problemas en las relaciones sexuales de una pareja, es habitual que todo lo corporal termine problematizado, de modo que ninguno de los dos sea capaz de relajarse y simplemente disfrutar. A menudo, esto lleva a una evitación (por parte de uno o de ambos) de todo lo erótico. Esta tarea pretende revertir dicho proceso, restaurar un espacio de intimidad previsible y controlable, en un contexto de no exigencia. Por eso esta tarea es una buena forma de empezar casi cualquier intervención con la sexualidad de la pareja. Insistir en los detalles prácticos (velas o bombillas, qué crema usar, etcétera) tiene un valor distractor, que reduce la ansiedad ligada al ejercicio.

A tener en cuenta:

Si es muy grande la problematización del cuerpo (y, en concreto, de los genitales), las primeras sesiones de focalización pueden hacerse con la ropa interior puesta.

Esta tarea puede ejercer un efecto positivo de tipo paradójico, de modo que la pareja «fracase» porque al final sí terminen teniendo una relación sexual. La actitud de la terapeuta será entonces «reñirles» amablemente… y sugerir que sigan con el ejercicio.

Fuente:

La focalización sensorial goza de una larga tradición en terapia sexual desde los trabajos pioneros de Master y Johnson (1970). Helen Kaplan habla del pleasuring (Kaplan, 1975).

 

FOCALIZACIÓN SENSORIAL CON CARICIAS GENITALES

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Descripción:

Se propone a la pareja que en el ejercicio anterior incluyan los genitales en la sesión de caricias, pero sin perseguir la consecución del orgasmo. Se les sugiere que se fijen en lo que más les gusta de lo que hace el otro y en cómo lo hace.

El último paso es «permitir» el orgasmo y eventualmente el coito.

Indicaciones:

Esta tarea complementa la anterior y por tanto se le aplican las mismas indicaciones.

A tener en cuenta:

Esta tarea sólo puede proponerse una vez que la pareja ha realizado la tarea de «Focalización sensorial». Los «permisos» para la consecución del orgasmo y eventualmente del coito pueden ir dándoseles según la evolución de la pareja.

Fuente:

Masters y Johnson (1971); Kaplan (1975).

 

BAÑO SENSUAL

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Descripción:

Se propone a la consultante darse un baño dos veces a la semana. Debe acondicionar el cuarto con una luz tenue (pueden ser velas…), olores agradables, música relajante, etcétera. Es un momento exclusivamente para ella donde nada ni nadie puede molestarla. Durante el baño, se le indica que recorra su cuerpo con las manos en forma de caricias, fijándose en aquellos puntos que más le gustan. No tiene que masturbarse, sólo acariciarse mientras disfruta de la luz, los olores, la música…

Indicaciones:

Este ejercicio está diseñado para mujeres con falta de deseo sexual, que además reconocen no haber explorado su cuerpo ni tenido fantasías sexuales. Normalmente, tampoco han practicado nunca la masturbación. La tarea las ayuda a adquirir un conocimiento más exhaustivo acerca de las partes de su cuerpo que más las excitan.

Variantes:

En un segundo momento, puede complementarse esta tarea con la indicación de que la persona añada una fantasía sexual a la situación.

Fuente:

Esta variante se basa en los trabajos ya citados de Masters y Johnson (1971) y Kaplan (1975).

 

BAÑO SENSUAL EN PAREJA

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Descripción:

Se propone a cada miembro de la pareja bañar al otro dos veces a la semana. Al igual que en la tarea anterior, deben acondicionar el cuarto de baño a su gusto con una luz tenue, olores agradables, música relajante, etcétera. Se sortea quién comienza bañando al otro. La persona que empieza desnuda al otro y acto seguido le da un baño «a la manera como se baña a los niños», sin meterse a la vez en la bañera. El baño termina secando al otro y dándole un masaje, o simplemente vistiéndolo.

Indicaciones:

Esta tarea está diseñada para parejas en que se ha perdido el contacto corporal. Sirve para reforzar el elemento del cuidado en la pareja y del gusto por el cuerpo del otro. Puede ser una alternativa a la «Focalización sensorial» o un complemento de ésta.

A tener en cuenta:

Aunque sería un efecto positivo, el terapeuta no debe mostrar expectativas sobre la posibilidad de que surja la excitación durante el ejercicio. De hecho, se prohíbe que haya coito. También debemos concretar las instrucciones en cuanto a la ambientación, la temperatura del agua, si gel o jabón, si esponja o no, etcétera, ya que con ello focalizamos la atención de las parejas y distraemos la ansiedad que en algunas personas produce mostrarse desnudo frente al otro.

Variantes:

Esta tarea admite también diversas variantes, en función de los gustos y preferencias de la pareja. Para personas muy remisas a iniciar un trabajo corporal puede ser adecuado empezar con una versión aún más suave de esta tarea, limitándola inicialmente al baño de los pies y añadiendo en semanas posteriores otras partes del cuerpo.

Fuente:

«Baño sensual en pareja» es una propuesta que se basa, como las anteriores, en los planteamientos clásicos de Masters y Johnson (1971) y Kaplan (1975).


PUNTÚA TUS ZONAS ERÓGENAS

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Descripción:

Se les pide que en casa cada miembro de la pareja dibuje en una cartulina el cuerpo desnudo del otro por delante y por detrás. Después, cada uno irá asignando, a cada zona del cuerpo, una puntuación de 1 a 10 según el placer que cree que siente su pareja cuando se la estimula en las diferentes zonas. Al lado de cada número, pueden ir describiendo someramente el tipo de estimulación (besos, tipo de caricias, etcétera) con que se obtiene esa puntuación. Aunque la puesta en común pueden hacerla ellos mismos en casa, nos gusta que tenga lugar en la sesión. Para ello, cada uno trae su dibujo, se colocan sobre la mesa y se va contrastando la puntuación asignada con la que cada uno se da a sí mismo; esta última puede ir escribiéndose sobre el dibujo en diferente color.

Indicaciones:

Este juego promueve el conocimiento del propio cuerpo y el del otro, proporcionando la oportunidad de hablar de lo que a cada uno le gusta que el otro le haga de forma amena y no culpabilizadora. Está indicado para promover la erótica corporal mas allá de lo genital, para hablar de caricias, del uso de pañuelos, plumas, aceites, etcétera.

Fuente:

Aprendimos esta tarea de Esther Pérez Opi y Jose Ramón Landarroitajáuregui.


EL PENE DE PLASTILINA

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Descripción:

En la segunda parte de la tarea hay que incluir a la pareja; antes de realizar este ejercicio es fundamental prohibirles el coito.

Fuente:

Desarrollamos esta tarea como una versión lúdica de algunos ejercicios de desensibilización para fobias sexuales.