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Akal / Cuestiones de antagonismo / 84

Leo Panitch y Sam Gindin

La construcción del capitalismo global

La economía política del imperio estadounidense

Traducción: José María Amoroto Salido

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La expansión y dominio absolutos del capitalismo global desde principios del siglo XXI ha sido generalmente atribuida a la superioridad de los mercados competitivos. La globalización se nos aparecía como el resultado natural de este proceso imparable. Pero a día de hoy, con unos mercados globales cada vez más turbios y dependientes de la intervención estatal para mantenerse a flote, se ha hecho evidente que mercados y estados no son fuerzas opuestas.

En este trabajo pionero, Leo Panitch y Sam Gindin demuestran la íntima relación entre el capitalismo actual y el Estado estadounidense, en especial en el papel de «imperio informal» que promueve el libre comercio y los movimientos de capital. A través de un potente análisis histórico y estadístico, muestran cómo EEUU ha supervisado la reestructuración de otros estados en beneficio de mercados competitivos, así como coordinado la gestión de unas crisis financieras cada vez más frecuentes.

A través de un análisis sorprendentemente original de la primera gran crisis económica del siglo XXI, esta obra relaciona e identifica la actual crisis con la centralidad de los conflictos sociales que se producen en el seno de los estados, y entre los propios estados; fallas emergentes que alumbran la posibilidad de unos nuevos movimientos políticos que transformen los estados-nación y trasciendan los mercados globales.

«Una guía lúcida e imprescindible por la historia y la práctica del imperio estadounidense.»

NAOMI KLEIN

«Leo Panitch y Sam Gindin nos ayudan a ver hasta qué punto la construcción activa del capitalismo global es soslayada en las explicaciones al uso. Un libro magnífico.»

SASKIA SASSEN

«Análisis absolutamente esclarecedor de la formación, mediante la organización de un sistema financiero globalizado bajo hegemonía estadounidense, de un capitalismo de escala mundial... Lectura obligada para toda persona preocupada por qué nos puede deparar el capitalismo en un futuro inmediato.»

DAVID HARVEY

Leo Panitch ostenta la Canada Research Chair en economía política comparada. Es, asimismo, Distinguished Research Professor de ciencias políticas en la Universidad de York (Canadá). Editor durante 30 años de Socialist Re­gister, entre sus obras destacan Working Class Politics in Crisis; The End of Parliamentary Socialism; y American Empire and The Political Economy of Global Finance.

Sam Gindin ha sido director de investigación del sindicato canadiense Canadian Autoworkers Union y Packer Visiting Chair en justicia social de la Universidad de York, Entre sus publicaciones destaca In and Out of Crisis: The Global Financial Meltdown and Left Alternatives (con Greg Albo y Leo Panitch).

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RAG

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Nota editorial:

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Nota a la edición digital:

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Título original

The Making of Global Capitalism. The Political Economy of American Empire

© Leo Panitch y Sam Gindin, 2012, 2013

© Ediciones Akal, S. A., 2015

para lengua española

Sector Foresta, 1

28760 Tres Cantos

Madrid - España

Tel.: 918 061 996

Fax: 918 044 028

www.akal.com

ISBN: 978-84-460-4233-4

 

 

A Melanie y Schuster

Prefacio

Este libro trata de la globalización y el Estado. Muestra que la propagación por todo el mundo de los mercados, valores y relaciones sociales capitalistas, lejos de ser un resultado inevitable de unas tendencias económicas inherentemente expansionistas, ha sido consecuencia de la actuación de unos Estados, y de uno de ellos en especial: el Estado estadounidense. Ya que la relación entre este Estado y las cambiantes dinámicas de la producción y las finanzas quedó inscrita en el propio proceso que se conoce como la globalización, este libro está dedicado a entender el proceso que llevó al Estado estadounidense a desarrollar el interés y la capacidad para supervisar la construcción del capitalismo global. En este aspecto hay que dejar claro que este no es otro libro sobre las intervenciones militares estadounidenses, sino sobre la economía política del imperio estadounidense. En este Estado imperial, absolutamente singular, el Pentágono y la CIA han sido mucho menos importantes para el proceso de globalización capitalista que el Tesoro y la Reserva Federal. Esto es así no solo por lo que se refiere al respaldo a la penetración y emulación en el exterior de las prácticas económicas estadounidenses, sino en relación a su papel mucho más general para fomentar el libre movimiento del capital y el libre comercio, por un lado, y para tratar de contener las crisis económicas internacionales que genera un capitalismo global, por el otro.

El libro ha tenido una larga gestación. Realmente se podría decir que sus orígenes se remontan a la estrecha amistad que forjamos en la universidad a principios de la década de 1960. Esta amistad tenía sus raíces en muchos intereses comunes, pero especialmente en la mutua conciencia de lo mucho que el materialismo histórico nos ayudaba a entender el mundo. Pronto llegamos a apreciarlo no en términos de inquebrantables leyes económicas y del desarrollo de un llamado capitalismo monopolista, sino más bien porque revelaba cómo la constante competencia y el conflicto de clase –y las contradicciones que originaban– no solo determinaban, sino que también estaban determinados por las acciones de los Estados capitalistas. Esta perspectiva resultó muy valiosa cuando pasamos a trabajar uno en el mundo académico y el otro en el movimiento sindical; siempre sacando fuerzas de esta duradera amistad a lo largo de cinco décadas.

Fue hace algo más de una década cuando nos pusimos a trabajar en este libro, un proyecto que en buena parte fue posible por los fondos aportados por el Consejo de Investigación de Ciencias Sociales y Humanidades de Canadá y por las respectivas posiciones que teníamos como catedrático de Economía Política Comparativa y como Profesor Invitado de la cátedra Packer de Justicia Social en la Universidad de York. Parece injusto señalar nuestro agradecimiento solamente a los colegas y al personal de la notable comunidad intelectual que forma el Departamento de Ciencias políticas de la Universidad de York. Fue allí donde se generaron muchas de nuestras ideas y donde se presentaron y debatieron por primera vez los resultados de la investigación, especialmente en una serie de seminarios sobre el imperio. Las discusiones con estudiantes del curso para graduados sobre la Globalización y el Estado también fueron extremadamente valiosas. Por sus contribuciones especialmente importantes en los equipos de investigación, que hicieron que nuestro trabajo en este libro fuera tan productivo, debemos un agradecimiento especial a Martijn Konings, Travis Fast, Ruth Felder, Eric Newstadt y David Sarai; Scott Aquanno, Brad Bauerly, Aidan Conway, Tom Keefer, Adam Schachhuber, Mike Skinner y Sean Starrs; así como a Khashayar Hooshiyar, Frederick Peters y Angie Swartz.

Además de las estimulantes interacciones con tantos de nuestros colegas en York cuyo trabajo se solapa con el nuestro, este libro también se ha beneficiado de discusiones celebradas durante años con Giovanni Arrighi, Patrick Bond, Dick Bryan, Vivek Chibber, Jane D’Arista, Gérard Duménil, Peter Gowan, John Grahl, David Harvey, Ursula Huws, Gretta Krippner, Michael Lebowitz, Jim O’Connor, Fran Piven, Lukin Robinson, William Robinson, Chris Rude, Ellen Russell, Susanne Soe­derberg y Thomas Sablowski, que forman parte de una lista demasiado larga de incluir. Por encima de todo agradecemos las contribuciones al libro que hizo nuestro querido amigo Colin Leys: su detallada lectura, su generosa alabanza, agudo criticismo y perspicaces sugerencias para cada uno de los capítulos fueron inestimables. Los comentarios sobre el manuscrito de Greg Albo, Scott Aquanno, Doug Henwood, Martijn Konings, Donald Swartz y Alan Zuege también fueron muy enriquecedores, igual que los de Adam Hilton, Justin Panos, Steve Maher y Bob Froese en su ayuda preparando el manuscrito final y la Bibliografía. El gran interés de Sebastian Budgen y Jake Stevens por publicar el libro y el minucioso trabajo de Mark Martin y sus colegas de Verso a la hora de prepararlo para la publicación también merecen una mención especial, al igual que el esfuerzo de Anne Sullivan para divulgarlo.

Finalmente, estamos agradecidos por el apoyo de nuestras mujeres e hijos durante la década que duró la elaboración del libro. Mucho antes de que empezáramos a trabajar en él, Melanie Panitch y Schuster Gindin solían decir a menudo que realmente nos teníamos que haber casado nosotros dos. Sin duda hubo momentos durante la década pasada en que desearon que así hubiera sido, pero realmente fue su amor y su aliento el que nos dio fuerzas todos los días; incluso su impaciencia por verlo acabado fue un estímulo más. A ellas está dedicado este libro.

Leo Panitch y Sam Gindin

Toronto, mayo de 2012.